«Señor Diez, Ordoño ahora no, ahora no es necesario ni prioritario, Ordoño ahora es totalmente prescindible. No creo que la púrpura de la alcaldía le haya hecho tanta mella en su responsabilidad». Sobre el cuándo y el cómo, sobre esos dos pilares pivotó ... el debate sobre la reurbanización de Ordoño II para hacer de esta calle una pista peatonal.
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El pleno del Ayuntamiento de León se llenó de argumentos para dar luz o tratar de evitar este desembolso que supondrá casi medio millón de euros de inversión.
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Con dicha cantidad, se posicionó el portavoz del PP, Antonio Silván, se podrían conceder bonos turísticos por valor de 100 euros para que los sanitarios de toda España vinieran a León y gastar dinero en el comercio de la ciudad. Este fondo, según el edil popular, se vería reforzado con una inversión de la Diputación de León, afirmó. Aquí se sumó López Sendino, de UPL, quien pidió, en todo caso, que dicho bono lo financiara la Junta de Castilla y León, que tiene competencias para ello, y «no ha puesto ni un solo euro de sus arcas para solventar la crisis».
La intervención fue defendida por el Partido Socialista, en la voz de Vicente Canuria, quien recordó que la peatonalización está basada en el «progres, la recuperación económica, turística y comercial y para mejorar la calidad de vida de los leoneses, así como la seguridad de los peatones». Con ello, insistía en querer convertir el vial en una zona comercial, de servicios, con mejor accesibilidad y para el tránsito de peatones y reduciendo el impacto ambiental. «Se consigue una vía de plataforma única con preferencia al peatón. Se consigue un nuevo gran salón urbano para todo tipo de actividades».
También quiso el concejal de UPL remarcarle a Silván que esto sí es una inversión, aunque la propia formación leonesista era partidaria de llevarla al presupuesto de 2021, pero entiende, al igual que el equipo de gobierno, que dinamizar el centro puede servir de motor para la ciudad.
Mientras, González Antón, de Ciudadanos, criticó que se trata de llevar adelante un proyecto que pone en evidencia una «política fargmentaria, sin idea de ciudad y a salto de mata»; además, puso en juicio la legalidad del proyecto y auguró que habría que modificarlo en algún momento por la mala medición de la cotas.
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La propuesta más radical la presento el concejal de Participación Ciudadana, Nicanor Pastrana, de Podemos-Equo, quien llamó a crear de León «la ciudad de los colores, al igual que París lo es de la luz» y basarse para ello en las vidrieras de la Catedral de León, la fachada del Musac, la integración del ferrocarril o este nuevo colorido Ordoño II, que «con el gris piedra, el verde naturaleza y el ocre puede ser un referente turístico. En otro sentido, dejó abierta la puerta a crear un grupo de ideas para revitalizar culturalmente Ordoño con propuestas empresariales o de particulares, y llamó a poner aquí un mercado de productos artesanos de la capital y de la provincia varios días de la semana.
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