Con aforo limitado... ¡gracias a Dios!

San Marcelo tenía ganas de 'chachara' y los concejales acudieron con ganas de darle el gusto al patrón de León. El premio, sin duda, se lo llevó Carlos González Antón, quien con verborrea más propia para una sala de vistas en el Juzgado de León acabó hasta por adormecer al centurión, a pesar de mostrar el más contundente de los argumentos.

Sopor y mucho ruido para unas nueces que ya estaban repartidas antes de que el 'paripé' floreciera en el viejo ayuntamiento -ahora nuevo, como le recordó el propio Antón al alcalde-.

El pleno monográfico sobre Ordoño II fue con aforo limitado, y gracias a Dios, porque más de un ciudadano hubiera aprovechado para echarse la cabezadita o hubiera abandonado antes de tiempo, como tuvieron que hacer algunos medios que acudieron puntuales a la cita.

Cerca de tres horas estuvieron debatiendo los ediles con un ritmo que invita a replantear el funcionamiento de este tipo de ensayos en los que el mensaje se pierde entre tanto argumento.

Hubo mensajes para todos los gustos y de todos los colores. Un lenguaje más pausado y apelando a la responsabilidad acabó convirtiéndose en un encuentro más encendido de acusaciones y contarréplicas en donde muchos fueron meros convidados de piedra, entre ellos el alcalde -cuyo voto de calidad, a la postre, resultó decisivo- y otros no aplicaron, de entre las muchas frases hechas que se escucharon, el 'menos es más-.

Mientras el PP, encarnado en el exalcalde Antonio Silván, tildaba de «tripartito» el acuerdo alcanzado por Partido Socialista, Unión del Pueblo Leonés y Podemos, resucitaba aquel viejo mantra -y de aquella vieja moneda- de la herencia recibida: «Han regresado los mismos que en 2007 nos dejaron con 40.000 millones de pesetas de deuda con proyectos como Fernández Ladreda y el tranvía»; desde Ciudadanos, su portavoz hoy se perdía en el análisis jurídico de la obra debido a la extensión al 'elevar sus conclusiones a definitivas', y obligando a José Antonio Diez a solicitar mayor brevedad en varias ocasiones. Y todo ello a pesar de que Antón mostró las mejores armas con argumentos dignos del plenario.

Los que se posicionaron del lado del 'diablo' -ya que la moción era presentada por los que estaban en contra de la intervención en este momento-, UPL y Podemos-Equo, también quisieron justificar su postura en favor de la peatonalización.

López Sendino, jurista, al igual que su homólogo de Ciudadanos, hizo la defensa más férrea del rechazo a la moción de PP y los naranjas. «¿Cuántos negocios hay cerrados en la calle Ancha -peatonal- y cuántos en Padre Isla -con tráfico rodado?» quiso justificar el letrado, hoy como edil leonesista, quien comparó el actual Ordoño con una carretera adornada con jarrones chinos. Por último, Nicanor Pastrana pintó a San Marcelo, como la mismísima Carina presumía, 'un mundo nuevo y feliz' con un Ordoño de color que despegará su luz al mundo de y pasar del 'León, cuna del parlamentarismo' al 'León, ciudad de los colores'.

De poco valió todo el debate, como se presumía y, tras tres horas, el 'valor doble de los goles en campo rival en caso de empate' -o del voto del alcalde- dio la victoria al equipo de gobierno, que saca adelante el trámite del pleno y ve más cerca que nunca el desarrollo de su promesa electoral en tiempos de coronavirus.

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