El Ayuntamiento conoce las deficiencias de las piscinas climatizadas desde mayo de 2023

Así de contundente es la conclusión que firma el Servicio de Control Oficial de Sanidad Ambiental de la Junta de Castilla y León sobre la situación de las piscinas cubiertas de León. El informe data de 2016 y la situación no ha cambiado desde entonces.

El pasado jueves 18 de enero se conocía la intoxicación de dos deportistas del Club Natación León que sufrieron vómitos y obligaron a cesar las actividades de esa piscina del Estadio Hispánico hasta la resolución del problema. Esta misma mañana Sanidad volvía a cerrar ese vaso como medida cautelar.

Los socorristas del Ayuntamiento de León denuncian ahora las condiciones ambientales que afectaron a estos nadadores y adolecen desde hace décadas provocando siete bajas y una incapacidad permanente sin que las autoridades competentes de la Concejalía de Deportes tome medida alguna para solucionarlo.

Así lo demuestran los informes que el mismo Ayuntamiento de León solicitó por contrato en 2023 a la empresa de prevención de riesgos laborales Cualtis —al cierre de este artículo el Ayuntamiento no ha respondido a las cuestiones realizadas al respecto para aclarar los hechos—.

Los tres 'Informes sobre las condiciones ambientales 2023' que la Concejalía de Deportes conoce desde el 5 de mayo de ese mismo año y que atañen a las piscinas climatizadas El Ejido, La Palomera y Estadio Hispánico, recomiendan directamente «establecer programas periódicos de mantenimiento de las instalaciones de ventilación, mejorar las medidas presentes en este sentido, abrir las ventanas frecuentemente para renovar el aire si no se renuevan con los equipos de ventilación» y la obligación de «crear corrientes de aire que renueven el aire».

Estos informes han concluido que las concentraciones de dióxido de carbono en Estadio Hispánico y El Ejido «no superan los niveles de referencia» y en La Palomera sí. «Cabe indicar que los resultados obtenidos son netamente representativos de las condiciones que se dieron durante las mediciones. Bajo condiciones distintas podrían haberse obtenido resultados diferentes», habiendo realizado las mediciones a las 8:00, 15:00 y 17:00, horas de escasa afluencia.

Cabe señalar que estas instalaciones estrenaron su remodelación en abril de 2023 con una inversión de 450.000 euros.

Reforma en la que se mejoró la impermeabilización del vaso, la fachada del Estadio Hispánico, desplazamiento de luminarias, canalización de instalación eléctrica, renovación de cerramientos, instalación de escaleras de acero inoxidable, y otras tareas de renovación de iluminación, electricidad y carpintería, pero no se hizo nada al respecto de las mejoras de los sistemas de ventilación tal y como le aconsejaba al Ayuntamiento la empresa de prevención de riesgos laborales Cualtis.

El sistema de ventilación es el principal causante de todas las afecciones relacionadas con quienes utilizan las piscinas cubiertas. Según confirman los socorristas del Ayuntamiento, la piscina de La Palomera lleva ocho años sin cambiar el filtro de su sistema de ventilación, provocando en las horas con mayor concentración de usuarios valores que quintuplican el límite de 900/1.000 partes por millón de partículas de CO².

Tampoco cumple la concejalía de Deportes con la normativa que obliga a que los sistemas de ventilación estén automatizados de forma que, al aumentar el número de personas dentro de los vasos, aumente la potencia logrando una ventilación eficaz del ambiente y que los interiores de estas instalaciones reúnan las condiciones de temperatura y humedad relativa que exigen las diferentes normativas —La normativa RITE del 2007 respecto a climatización y ventilación así como las disposiciones mínimas de Seguridad y Salud Laboral en el trabajo 486/1997—.

Conforme van entrando los usuarios se «vicia» el ambiente, tal y como denominan los diferentes estudios, llenándose de cloro ambiental al evaporarse del agua, lo cual genera irritaciones y picores; trihalometanos resultantes de la potabilización del agua, que son cancerígenos; dióxido de carbono con su correspondiente carga viral —transmisión de gripe o Covid-19— y aumento de la humedad relativa que provoca la proliferación de microorganismos como hongos.

Estas condiciones ambientales son las que causan enfermedades infecciosas, dermatitis, otitis, afecciones del aparato respiratorio que, en casos extremos, pueden provocar hasta un edema pulmonar e inflamación de los pulmones con acumulación de líquido, irritación de las mucosas oculares, náuseas y vómitos —como el caso de los nadadores del Hispánico—, migrañas y dolores de cabeza, según publica el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. La primera baja que se produjo a causa de dichas enfermedades data del año 2013.

Del total de 42 inspecciones de Sanidad de la Junta de Castilla y León realizadas en el Estadio Hispánico y La Palomera entre 2020 y 2022 más de la mitad, 24, dieron resultados irregulares en temperatura, humedad, y dióxido de carbono.

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social de León hace constar en febrero de 2020 al Ayuntamiento de León que existen «irregularidades deficientes en materia de seguridad e higiene» como «concentración de cloro en porcentajes elevados y superiores a los legales permitidos, falta de renovación adecuada del agua existente en los vasos de las instalaciones, aire viciado por déficit de extracción y renovación de aire, instrumentos de medión deteriorados, falta de mantenimiento de máquinas de ventilación, conductos de aire y rejilla, falta de limpieza de las instalaciones y falta de desinfección del material destinado a cursos de natación».

Tras haber intervenido cautelarmente el vaso grande y el vaso pequeño de la piscina climatizada La Palomera a fecha 22 de octubre de 2015; y comprobar el 9 de noviembre del mismo año que «la misma se encuentra abierta al público en su totalidad», el Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social de la Junta de Castilla y León decide interponer dos sanciones al Ayuntamiento de León.

«Una de 300 euros por la comisión de una infracción administrativa leve en materia sanitaria» y «una de 3.000 euros por la comisión de una infracción administrativa grave en materia sanitaria».

En aquella fecha el gobierno de León estaba en manos del Partido Popular, con la alcaldía de Antonio Silván y la Concejalía de Deportes e Infraestructuras bajo el mando de José María López Benito.

Un 2015 en el que dos socorristas del Ayuntamiento de León causaban baja por enfermedad por problemas asociados a la exposición permanente al cloro, agente irritante y tóxico, y a las cloraminas, sustancias cancerígenas.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) comenzó en 2015 un estudio sobre la calidad del aire y del agua en piscinas cubiertas en el que diagnosticaron, tras visitar 37 piscinas cubiertas de uso público de 23 localidades, un exceso de cloro en el agua y la presencia de trihalometanos, sustancias presentes en el agua perjudiciales para la salud y potencialmente cancerígenas. Los dos únicos ayuntamientos de España que no permitieron el acceso de la OCU a sus piscinas cubiertas fueron los de Valladolid y León.

Los informes clínicos y médicos a los que tiene acceso este medio y que revelan que la «patente dejación de funciones» por parte de la Concejalía de Deportes, cometiendo «infracciones» en «materia de sanidad» que han afectado a usuarios, deportistas y trabajadores de las piscinas climatizadas, se remontan al 6 de noviembre de 2013.

«Refiere intoxicación por cloro mientras trabajaba en las piscinas cubiertas de La Palomera y picor de garganta», refleja el parte médico. Intoxicación por cloro que diez años y dos meses después, volvía a repetirse en el Hispánico provocando los vómitos de dos nadadores.