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Cientos de leoneses pasan cada año por el altar. Una decisión difícil y en la que cada pareja toma diferentes elecciones. La Catedral de León es uno de los grandes referentes de la ciudad no solo por su belleza sino, también, por la significación del templo que, según confiesa Rubén García Pelaez, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de León y sustituto del director de culto, «invita a pedir la boda aquí».
A pesar de que el tiempo ha reducido notablemente las bodas, este evento, sigue siendo un momento que las familias quieren celebrar en conjunto. Son más de 60 las citas que la Catedral de León ha recogido este 2024 entre las fechas realizadas y las previstas, que comenzaron el 13 de abril y que se alargará hasta el 7 de diciembre del mismo año.
La mayoría de las parejas suelen tener un perfil similar «son gente joven que se quiere casar», asegura García.
Las reservas, que comienzan con un año o más de antelación, únicamente se cogen para el año siguiente y, es entonces cuando comienzan a valorar las opciones de restaurantes y disponibilidad de los invitados para cerrar definitivamente la fecha.
Llamadas y citas llenan ya las agendas para el próximo 2025. «Tenemos muchas reservas de fechas con vistas al próximo año», añade. A pesar de que son varios los huecos que quedan, muchas parejas optan por citas ya cerradas y es por ello que abren el abanico.
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Dani González
El grueso de las reservas se sitúa a partir de mayo y el mes de junio, julio y agosto. Un momento en el que se pueden encontrar conflictos a la hora de querer una fecha u hora ya seleccionada por otra pareja.
La recuperación de un ritmo «normal» ha generado que en verano se lleguen a celebrar tres bodas consecutivas todos los sábados. Repartidos en mañanas y tardes, los horarios son impuestos por las normas de la Catedral de León.
«Los sábados se puede seleccionar a las 13:00, 14:00 y 19:00 horas», algo que, según indica, es habitual. En el perfil de la mayoría de los comprometidos se puede observar una tendencia por parte de la gente que vive en el extranjero y que regresa a su ciudad natal para contraer matrimonio. «Sus padres viven aquí o han nacido aquí y por lo tanto eligen la Catedral porque se trata de un lugar al que todo el mundo hace referencia cuando habla de León», indica.
Sin límite de aforo en el edificio pero con una reducción de invitados notable por parte de la mayoría de los comprometidos, las bodas han cambiado buscando una tendencia más minimalista e incluso, dejando atrás los pueblos.
«El único requisito que ponemos es que la gente reserve con tiempo», indica. Una decisión en la que, los interesados, también pueden seleccionar la Capilla del Santuario de La Virgen del Camino donde las listas de espera son más reducidas y la posibilidad de encontrar la fecha deseada se multiplica.
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