Las quejas sobre las piscinas de León llegan al Consejo Superior de Deportes

Las más de 3.000 quejas fueron recogidas en el consistorio y, sin haber recibido respuesta alguna por parte de ningún miembro del equipo de gobierno, ahora plantean llevar las deficiencias y condiciones laborales que han puesto en riesgo la salud de usuarios y trabajadores durante años a otras administraciones.

Por toda la problemática y ante la falta de contestación por parte del Ayuntamiento de León, los diferentes colectivos afectados van a trasladar esta situación con los 3.000 apoyos al Consejo Superior de Deportes «por creer que no se ajusta a lo que marcan las Normas de Instalaciones Deportivas (NIDE-3) en cuanto a actividades deportivas acúaticas»; a Sanidad de León «por creer que no se ajusta a lo que determinan el Real Decreto 742/2013 y Real Decreto 177/92 en cuanto a seguridad e higiene de los usuarios»; al Ministerio de Trabajo «por creer que no se ajusta a lo que marca la Ley sobre Seguridad y Salud de 1997» sobre aspectos laborales y al Procurador del Común para saber su opinión y posibles medidas que se puedan determinar sobre este tema.

«Se ha registrado en el Ayuntamiento de León la petición de una reunión con el alcalde de todos estos colectivos, hace casi un mes, y no ha sido contestada. Parece ser que no se le da mucha importancia a la opinión de 3.000 personas sobre este tema, entendemos que no es problema generado por José Antonio Diez ya que viene de lejos ocasionado por la mala gestión», exponen en un comunicado.

Además, tras conocerse públicamente los diferentes casos que han provocado el cierre de piscinas en León, varias provincias de otras comunidades autónomas españolas se han interesado en pedir asesoramiento al colectivo para actuar en sus respectivas ciudades por vivir la misma problemática.

«Están llamando socorristas y entrenadores del mundo acuático de diferentes piscinas de Castilla y León, Cantabria y País Vasco, para pedir asesoramiento de cómo actuar ya que tienen problemas parecidos a los que sufrimos en las piscinas climatizadas se León y también están hartos y se sienten desamparados», relatan desde el colectivo.

También adelantan que «en septiembre este caos se va a ver incrementado por tres ya que se va a cerrar la piscina de La Palomera a partir de junio para realizar una reforma», algo que afecta a más de 600 usuarios. «No pueden soportar más volumen de gente», argumentan.

Con dicho cierre habría que reubicar a todos esos usuarios y la maquinaria de las piscinas del Hispánico y Salvio Barrioluengo «está ya al máximo de sus capacidades», de hecho han presentado fallos técnicos que han obligado a que Sanidad decrete su clausura.

«Esta problemática es más grande de lo que pensamos y afecta a muchas piscinas y las actuaciones por parte de los usuarios son siempre las mismas, la gente no se queja y aguantan —no se puede hacer nada en contra de las administraciones— y cuando se quejan se echan balones fuera o no les hacen ni caso», denuncian.