León estrena soterramiento

Los primeros pasajeros que han estrenado la instalación lo han hecho con normalidad -aunque no sin unos minutos de retraso en su viaje- mientras periodistas y responsables de Adif se afanaban en captar un momento calificado como «histórico'».

Histórico sí, pero menos. Los 590 metros de soterramiento en la estación de Adif de León permiten romper el 'fondo de saco' habilitado en su día para poder retirar el paso a nivel de la zona de El Crucero, en la salida norte de la vieja estación.

Sin embargo, la obra se limita a una pequeña actuación sobre el proyecto inicial, que tenía un diseño mucho más ambicioso y contemplaba el soterramiento previo a la estación de tren provisional (ahora reconvertida en definitiva) y finalizaba más allá del término municipal de San Andrés del Rabanedo.

La crisis y el fracaso desarrollo urbanístico de la zona, han resultado ser capitales en un recorte que condiciona el desarrollo urbano de León.

La apertura del tramo, más allá del paso subterráneo de 590 metros, permitirá a la ciudad sumar una zona paseable en el entorno de la vieja estación. Se estrenará el paseo y sus luceros, a la espera de la recepción de la obra, pero de nuevo queda 'encajonado' entre vallas y espacios limitados al paso, un resultado final que no convence al Ayuntamiento de León.

El acto institucional, celebrado en el propio anden 9-11 soterrado y tras la llegada del convoy procedente de Gijón -que lo hizo con un cuarto de hora de retraso- contó con la presencia de la presidenta de Adif Alta Velocidad, María Luisa Domínguez; el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones; el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; el alcalde de León, José Antonio Diez; o el presidente de la Diputación, Eduardo Morán; así como otros cargos políticos.

La presidenta de Adif ha ensalzado una obra «al servicio de los ciudadanos» que permitirá recortar en 18 minutos el viaje entre la Meseta y Asturias y Galicia. Para ello se han adecuado 1.200 metros cuadrados que convierten el fondo de saco de la estación de León en unas vías pasantes por debajo del suelo. A ello se suma la ampliación del Paseo de los Quebrantos y la reparación de la antigua estación para un montante total de 49 millones de euros en un tramo de casi 600 metros entre la avenida de Palencia y Doctor Fleming. «El resultado es un andén con gran luminosidad gracias a los lucernarios que permitirán aprovechar la luz natural y darán una ventilación no forzada». María Luisa Domínguez se ha detenido en los «detalles» que decoran las paredes con motivos monumentales de la ciudad y en el avance de otros trabajos que permitan acelerar el viaje entre León y Asturias.

Todos han coincidido en tildar esta fecha como «día importante para León» al lograr el hito «que los leoneses anhelábamos» y que permite conectar los barrios populares con el centro». «Hace diez años se suprimió el paso a nivel, pero había un fondo de saco que impedía la libre circulación de trenes», expuso el subdelegado del Gobierno. «Se ha cumplido un hito más de la conexión moderna de León con el país».

Más reivindicativos se han mostrado el consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León y el alcalde de León, quienes han marcado nuevas metas en el desarrollo de la comunicación ferroviaria de la capital. Quiñones confirmaba el inicio de las obras en la estación de autobuses, que tendrán conexión intermodal con la de trenes, y pedía avanzar en la mejora de la línea León-Ponferrada para adpatarla a la Red Europea de Transportes. Por su parte, José Antonio Diez calificó de «paso notable hacia el futuro y una mejor conectividad» la inauguración del soterramiento, pero señaló «los hitos por conseguir» como la integración de Feve, la intermodalidad de las estacioenes y 'atacar' el entorno de la estación para su puesta en valor en «la mayor brevedad posible».

En un primer instante el soterramiento ferroviario en León capital contemplaba una actuación de 300 millones de euros y un soterramiento de cinco kilómetros, además de una nueva estación ferroviaria y un desarrollo urbanístico en el área que pretendía unir 'todo León' mediante el crecimiento urbano de 460.000 metros cuadrados de suelo urbanizable.

Sobre el papel no tendría barreras y sí nuevos pasajes del lado al lado del río, un intercambiador con la estación de autobuses, nuevos 'rascacielos' y un área que 'invitaba' a pasar del León centro al León oeste, que debería finalizar su etapa de aislamiento y olvido.

Hoy la inversión final ha ascendido a 24 millones de euros y se limita a 590 metros de soterramiento real con otros 700 metros de 'encajonamiento' del vial sin tránsito bajo tierra.