León entra en «días clave» para valorar un posible repunte en medio del temor a una 'cuarta ola'

Los datos, en un análisis realista, invitarían al optimismo pero Sanidad prefiere evitar cualquier síntoma de euforia, o de relajación.

Los buenos datos apuntados con anterioridad chocan frontalmente con otros que invitan a mantener las alarmas 'encendidas'. Uno de los más inquietantes: el índice de transmisión de la pandemia.

En realidad ese dato resulta determinante según los virólogos, mucho más ahora cuando como en el caso de León la 'variante británica' es protagonista y por lo tanto tiene un efecto multiplicador mucho más difícil de contener.

Las pruebas que se realizan tanto en la capital como en laboratorios externos determinan que esta variante predomina ya en el 70% de los casos, y el dato sigue creciendo.

Su presencia explicaría un segundo fenómeno: León apenas ha precisado de días para pasar de un índice de transmisión de 0,74 a un índice de 0,95. Ocho de las nueve provincias de la comunidad tienen un registro similar o superior al de León.

Cuando ese dato iguala o supera el '1' los problemas se hacen visibles. Si el 'R0' es menor que 1, entonces la enfermedad va a desaparecer de la población porque en promedio una persona infectada va a contagiar a menos de una persona susceptible. Con ese número el virus no tiene capacidad de avance.

Sin embargo, si el índice de reproducción (R0) es mayor a 1, la enfermedad se va a diseminar con seguridad y su efecto pasará a ser multiplicador.

De ahí la preocupación de que la práctica totalidad de la comunidad esté cerca del registro más peligroso. Han caído los ingresos, los críticos, pero la velocidad de contagio está -como reconocen las autoridades sanitarias- a un paso de escaparse de todo control.

Los próximos días serán determinantes para saber si la pandemia cede terreno y se acerca a una posición similar a la del pasado verano o si por el contrario, y como se temen los expertos, habrá una 'cuarta ola' mucho antes de lo previsto.