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Fachada del IES Lancia. Sandra Santos
¿Quién fue...?

Lancia y la importancia de volver a los orígenes

Con un triple empate entre los nombres de Valles de Riaño, Reino de León y Lancia, la antigua ciudad astur fue la elegida en segunda votación con seis votos a favor

Martes, 3 de junio 2025, 08:19

Volver a los orígenes, conocer el pasado y dotarlo con el don de la perpetuidad es fundamental para saber de dónde venimos y, quién sabe, hacia dónde podemos ir.

Y es que hay veces que hay que cambiar de pronombre para adentrarnos en el principio, en los inicios y en los comienzos. Hay veces que hay que preguntarse 'Qué fue' en lugar de 'Quién fue' para resolver esta incertidumbre.

«Dar nombre es como volver a nacer, como dar vida de nuevo y algo no tendría sentido si no tiene nombre y si no puede ser nombrado», reflexiona Ana María Pérez, profesora del IES Lancia al preguntarle sobre la importancia del nombre del centro esta semana.

Pero, ¿qué fue Lancia y por qué se eligió este nombre para un centro educativo?

Ana María Pérez y Emilio Campomanes, profesores del IES Lancia. Antigua ciudad de Lancia y acta en la que se aprobó el nombre del Instituto. Sandra Santos | Campillo
Imagen principal - Ana María Pérez y Emilio Campomanes, profesores del IES Lancia. Antigua ciudad de Lancia y acta en la que se aprobó el nombre del Instituto.
Imagen secundaria 1 - Ana María Pérez y Emilio Campomanes, profesores del IES Lancia. Antigua ciudad de Lancia y acta en la que se aprobó el nombre del Instituto.
Imagen secundaria 2 - Ana María Pérez y Emilio Campomanes, profesores del IES Lancia. Antigua ciudad de Lancia y acta en la que se aprobó el nombre del Instituto.

Hay una frase atribuída a Leonardo Da Vinci que bien resume este parecer, «no se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama». Con esa máxima en 1990 un grupo de profesores decidieron acudir a sus ancestros para cambiar de nombre al Instituto número 6 de León, que en sus orígenes en 1986 estaba ubicado en el edificio del CHF y que, en ese momento ya se erigía en las inmediaciones de la Candamia.

A partir de ahí, un sinfin de propuestas que fueron desde Valles de Riaño, a Reino de León pasando por Río Luna, Doña Berenguela o La Candamia hasta que Lancia se alzó con la victoria tras una ardua votación. Nueve votos consiguieron Reino de León, Valles de Riaño y Lancia, lo que obligó a una segunda votación en la que ya sí hubo desempate.

Así, el 28 de junio de 1990 y según el libro de actas del Instituto, Lancia quedó proclamado como nuevo nombre del centro y cuya decisión provenía de la importancia de este yacimiento.

«Lancia es la gran ciudad de los astures, de los astures lancienses, situada a orillas del río Astura (Esla)» explica Emilio Campomanes, arqueólogo y profesor de Historia del centro. «Cuando los romanos están conquistando todo el territorio leonés, zamorano y asturiano se enfrentan con los astures y los cántabros y llegan a una de las principales ciudades que es el escoyo fumdamental para esa ocupación», comenta. Y esa ciudad era Lancia.

«A los pies de la ciudad hay una batalla muy importante o debe serlo porque es la única batalla que los historiadores romanos nos cuentan de esa guerra y una vez que ocupan la ciudad, el general, un tipo llamado Publio Carios dice que no la quemen porque tiene que ser un monumento vivo a la conquista y al valor de los romanos, que han podido derrotar a un pueblo tan duro como eran los astures» explica Campomanes.

Lancia fue conquistada en el año 24 a. C. por las legiones de Augusto y dirigidas por el general Publio Carisio, como comenta Campomanes y parece que tuvo su mayor apogeo en el siglo II d. C. iniciando su decadencia con la del propio Imperio Romano llegando a su total abandono a finales del siglo IV.

Bien de Interés Cultural

En la actualidad, se pueden apreciar los restos de una ciudad ya romana con el característico trazado reticular, con las intersecciones perpendiculares de los decumani y los cardos, junto a dos espacios bien diferenciados como son el mercado y las termas.

Situada a unos 15 kilómetros de la ciudad de León, a unas 12 millas romanas, en el término municipal de Villasabariego y «justo en la horquilla de los rios Porma y Esla, que son los dos grandes valles de la Montaña Central Leonesa», el yacimiento de la antigua ciudad de Lancia comenzó a excavarse en 1863, pero no será hasta el final de la década de los cincuenta cuando se retome el interés por esta investigación: «Sabemos que hay excavaciones desde la época de Isabel II aunque es durante el siglo XX cuando son más continuadas descubriendo la existencia de edificios o de paredes en pie», comenta el arqueólogo.

Comparada con ciudades como Numancia «por su resistencia y por su valor» y poniéndola al lado de personajes «tan importantes como Viriato», según Emilio Campomanes, Lancia es el mejor exponente de nuestros antepasados.

Lancia fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994 y desde entonces desde la Diputación Provincial se está trabajando en la creación de un centro de interpretación y un museo en el propio yacimiento. Además, desde el Instituto también promueven el conocimiento de los orígenes astur romanos y crear un sentimiento de permanencia y una seña de identidad.

Una mirada al pasado para ver el presente desde otra perspectiva.

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