El Imserso conocía las «deficiencias» del hotel de Gran Canaria desde enero

El relato de condiciones que presentó este colectivo recogía las «deficiencias sustanciales» que afectaron «gravemente» a la experiencia de los huéspedes y que se sumaron a los trabajos de reparación en el establecimiento. «Había habitaciones sin condiciones mínimas, ausencia de mobiliario y servicios, un comedor con problemas logísticos y ausencia de piscina». A ello sumaron la cena de fin de año -que tuvo un suplemento de 40 euros- en la que recibieron «comida que no estaba a la altura» con carencia de dulces o platos fuertes y de calidad. «Los productos estaban muy quemados y había colas para servir un pedazo. Estuvimos hacinados en un recinto sin condiciones de cena de Nochevieja».

Este grupo solicitó que les gestionaran un cambio de alejamiento debido a su malestar en un establecimiento que «nunca cumplió con la calidad del servicio prometido». También apuntan que en ese momento en el hotel se mostraba en internet como «no disponible».

Por todo ello exigieron compensaciones adecuadas a todos estos inconvenientes de los que dejaron constancias en un resumen de imágenes. Con ello solicitaron al Imserso una respuesta a su petición «para evitar situaciones similares a futuros huéspedes», como le ocurrió al grupo de leoneses que viajó al mismo hotel en febrero.

La respuesta de la empresa que gestiona los viajes de Turismo Social, Ávoris, llegó cuatro días más tarde y pidiendo «sinceras disculpas porque el viaje no fuera de su agrado». Aseguraron que habían puesto en marcha una «rigurosa investigación sobre lo acontecido» para que una vez detectados los errores se tomaran «las medidas necesarias para subsanar las deficiencias y asegurar que no vuelva a suceder».

Del mismo modo, el hotel en cuestión informó a la empresa sobre «compensaciones» a los huéspedes con dos excursiones y dos almuerzos con bebidas incluidas, además de bebidas gratis desde el primer día de alojamiento. Unas experiencias que valoraba en unos 100 euros por persona, a lo que sumó los traslados a la playa los días 30 de diciembre y 1 de enero por lo que se consideraban «compensados en destino».

Ante esta justificación, el usuario Pablo Fernández quiso contrarrestar la información facilitada por la compañía hotelera y remitió al Imserso los motivos de estas compensaciones. «Fue para sacar a los huéspedes del hotel y acabar las reformas imprescindibles ya que no disponían de vajilla, cubiertos o material necesario para dar de comer a la mitad del grupo. Además, el autobús a la playa era imprescindible por el complicado acceso a la playa desde un hotel en un acantilado y que no tenía la piscina disponible. Y en las grandes celebraciones la comida fue prácticamente la misma que otros días, añadiendo langostinos y una pata de cerdo, unas velas y servilletas rojas y sin disponer de mesas para todos». En su réplica, también se lamentaba un baile sin luces ni escenario.

Los usuarios de este viaje han insistido en la compensación a Imserso por ser «conocedores de la situación del hotel» ya que al grupo anterior y al posterior se les ofertó otro alojamiento «con condiciones adecuadas».

Leonoticias ha intentado ponerse en contacto con el hotel sin recibir contestación telefónica y remitiendo un correo electrónico que tampoco ha sido respondido. Del mismo modo, la empresa gestora del viaje remitió a un correo electrónico del que no se ha obtenido contestación.