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Calle Gil y Carrasco, calle peatonalizada en el centro de León. Hugo García
La ilegalidad de las bajas emisiones divide a los comercios de la zona: entre la «ruina» y la «vida»

León ciudad

La ilegalidad de las bajas emisiones divide a los comercios de la zona: entre la «ruina» y la «vida»

El aparcamiento sigue siendo el tema central de la polémica tras la resolución del Procurador del Común que insta a paralizar las restricciones hasta que se ajusten a la normativa

Jueves, 12 de diciembre 2024, 08:11

La resolución emitida por el Procurador Común asegura que las restricciones al tráfico de las calles Gil y Carrasco, Alfonso V, San Agustín y Ramiro Valbuena no se ajustan a la legalidad en el propósito de promover una zona de bajas emisiones para la ciudad de León. En esta resolución, respuesta de una petición de información del Grupo Municipal Popular, se pide que se eliminen de forma temporal estas restricciones a la movilidad en el centro de la ciudad.

Los comerciantes de la zona tienen opiniones diversas. Por ejemplo, Andrea Marqués, de Marqués Hair Salón León (Calle Gil y Carrasco), destaca el impacto positivo de la peatonalización: «Nosotros venimos de jardín de San Francisco y aquí hemos notado un cambio. La calle tiene mucha vida y se ve más movimiento de personas. Creo que la peatonalización ha ampliado visualmente la calle y fomenta el tránsito peatonal». Sin embargo, señala la necesidad de más aparcamientos para facilitar el acceso: «Hay que fomentar León. Yo he vuelto a ella porque creo en la ciudad, pero es esencial dar facilidades tanto a jóvenes como a visitantes para que accedan al centro».

Negocios en el centro peatonalizado de León. Hugo García.
Imagen principal - Negocios en el centro peatonalizado de León.
Imagen secundaria 1 - Negocios en el centro peatonalizado de León.
Imagen secundaria 2 - Negocios en el centro peatonalizado de León.

Javier Menéndez, presidente de ALECO, expone una visión mucho más crítica desde Óptica Europa (Calle Alfonso V): «La peatonalización ha reducido el tráfico y eso afecta directamente al comercio. Un día como el Black Friday, que debería ser de alta actividad, fue notablemente más tranquilo. La falta de aparcamientos desanima a los consumidores, especialmente aquellos que vienen de los pueblos o necesitan transportar productos voluminosos».

Javier se remite a la versión del proyecto que se comunicó en el primer momento: «Iban a nivelar la acera con el asalto y a ser un calmado de tráfico, es decir, que iban a pasar los coches a 10 kilómetros por hora. Esta apuesta fue la gente votó o no votó. Pero, dos meses después, hubo un cambio de opinión y actualmente hay unas cámaras ahí colocadas. No sé si esto es una zona de bajas emisiones o si va a serlo, si en León es realmente un problema la contaminación que vamos a tener». Lo que está claro, a su juicio, es que desde que esto está en marcha se le impide el paso a los coches con normalidad y hay mucho menos tráfico.

Javier también destaca la problematica del acceso al centro que lleva a los compradores a elegir otros lugares para hacer sus compras navideñas: «cualquier plataforma grande de distribución lo primero que tiene es un gran aparcamiento, yo puedo tener muchas ganas de comprarme una prenda de ropa aquí, en el centro, y doy una vuelta, doy dos vueltas, a la tercera el coche me pone muy nervioso y sé que esa misma camiseta, de esa misma marca, está en la gran distribución y que cuenta con un aparcamiento grande y gratuito en la mayor parte de los casos». asegura.

Además, plantea un problema más de fondo relacionado con el envejecido parque automovilístico de la ciudad: «El 43% de los coches en León tienen más de 20 años. Si la Zona de Bajas Emisiones limita su acceso, estamos excluyendo a casi la mitad de la población».

Sin embargo, para otro comerciante que se encuentra al otro lado de la calle, la experiencia es positiva. Alfredo Martínez, de Adam's -San Agustín- asegura que al principio había «cierto temor», pero han comprobado que «ha sido bueno para todos: vecinos, comerciantes y visitantes. Este modelo de ciudad moderna y habitable es la tendencia en cualquier lugar del mundo».

No obstante, coincide en que el problema del aparcamiento debe resolverse: «Antes de peatonalizar, se debió planificar dónde aparcarían quienes vienen de fuera. Es fundamental para fomentar las compras en el centro».

María Olga, con más de 50 años al frente de su negocio, Muebles Olga & Herzo -calle Gil y Carrasco-, considera que la peatonalización está afectando gravemente al comercio: «Es una ruina para las ciudades. Sin facilidades de acceso, los clientes se van a las afueras, donde están las grandes superficies. Esta calle, que antes estaba llena de coches y vida, ahora tiene locales vacíos». Pese a las dificultades, expresa su amor por León: «Llevo toda mi vida aquí y quiero defender la ciudad, pero debemos hacerlo bien y pensar en los comercios locales».

Las opiniones de los comerciantes reflejan una división que evidencia los retos que supone combinar la modernización urbana y las medidas medio ambientales con las necesidades de los negocios locales. Para ellos, es imprescindible abordar cuestiones prácticas, como la creación de aparcamientos accesibles, para garantizar que la transición sea sostenible y beneficiosa para todos los sectores.

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