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Paula Álvarez, gerente de la Asociación de Hostelería de León. Irene de Celis

La hostelería leonesa, ahogada por la inflación: «Necesitamos ayudas directas para seguir trabajando»

Paula Álvarez, gerente de la Asociación de Hostelería de León, acusa la Diputación y a la Junta de Castilla y León de vivir de espaldas al sector y «no apoyar» a los negocios

Jueves, 8 de septiembre 2022, 08:29

El verano de 2022 debía ser el punto de inflexión que marcara la recuperación definitiva en el sector hostelero de León tras dos años marcados por las restricciones y los cierres asociados a la pandemia del coronavirus. Sin embargo, España marca cifras récord de inflación, con un IPC disparado por encima del 10% y un precio de la energía desorbitado. El aumento de los precios de las materias primas ha lastrado severamente los ingresos de los negocios leoneses, los cuales aseveran haber obtenido entre un 40% y un 50% menos de beneficios que en cursos pasados. Una cifra alarmante que llevará a los hosteleros leoneses a solicitar ayudas directas a la Junta de Castilla y León.

La gerente de la Asociación de Hostelería de León, Paula Álvarez, habla para leonoticias y carga duramente contra las instituciones, especialmente Diputación y Junta, a las cuales acusa de «no apoyar» a uno de los principales motores económicos en la comunidad y de vivir de espaldas al sector.

-Ya con los primeros datos sobre la mesa, ¿se puede hablar de que este verano está siendo uno de los peores de los últimos años sin tener en cuenta el de 2020?

-No, atendiendo a las cifras que tenemos del mes de julio y las previsiones de agosto no es uno de los peores veranos en la provincia de León en lo que respecta a número de visitantes, otro tema es que a consecuencia de la inflación los beneficios se hayan reducido drásticamente. En el mes de julio la provincia ha recibido más de 150.000 turistas, de los cuales casi 108.000 son españoles y el resto extranjeros. Una cifra que todavía no alcanza la de 2019, cuando en ese mismo mes pasaron por nuestras tierras más de 165.000 visitantes. Es decir, no hemos recuperado el volumen prepandemia pero sí estamos mejorando respecto a 2021, por ejemplo. El año pasado 107.600 personas vinieron a León en el mes de julio.

-¿Qué perfil tiene el turista que llega al territorio leonés?

-Es un visitante mucho más ahorrador que en periodos pasados, lo cual se ha notado en las cajas de los establecimientos. Igualmente, la estancia media durante este verano se está situando en torno a los 1,60 días, mientras que en 2019 el periodo mínimo era de 1,78.

-Menos turistas y un mayor coste en las materias primas y la energía.

-De hecho, el mayor problema de este periodo estival no está siendo la afluencia de turistas. En ese aspecto las empresas están contentas en términos generales. La mayor problemática continúa siendo la inflación y cómo esto ha repercutido en un incremento en los gastos de todos los negocios asociados a la hostelería. Los importes de las facturas eléctricas han sido absolutamente abusivos, repercutiendo a todos los negocios del sector: ¿Un hotel? Tiene muchísima iluminación. Pero es que al ocio nocturno le ocurre lo mismo; la restauración necesita consumir mucha energía a consecuencia de las cámaras frigoríficas y así con todos las empresas. Estamos viendo que la factura de la luz se ha llegado a triplicar y hasta cuadriplicar respecto a otros veranos.

Paula Álvarez, gerente de la Asociación de Hostelería de León. E. S. D.

-Parece que los hoteles han capeado mejor esta crisis de precios que otros negocios del sector.

-No es que a los hoteles no les esté afectando la subida de precios. Le afecta y mucho, pero si que es verdad que disponen de una mayor flexibilidad en su modelo de negocio que otros establecimientos. Tienen la posibilidad de variar los precios dependiendo de la demanda o las reservas de última ahora, algo que no puede imitar la restauración. Un restaurante no te va a cobrar la comida más cara porque solo le quede una mesa. Lo mismo con los bares nocturnos o de tapas. Igualmente, la restauración depende mucho más de la zona en la que se encuentre ubicada. Los bares de los barrios no van a tener la misma afluencia de turistas que los de los barrios, aunque también es cierto que tampoco tienen los mismos gastos.

-Los hosteleros defienden en su mayoría que no han subido los precios por miedo a perder clientela, pero el sentimiento ciudadano es que tomarse un café o una caña es cada vez más caro.

-Sí, los precios han subido. Pero no hoy, ni este verano, ha sido una subida muy paulatina y que para nada tienen que ver con la subida real de los costes. Por poner un ejemplo, la cerveza este 2022 ha subido de precio tres veces para los bares, pero una caña en un bar de León es raro que haya subido más de 10 o 20 céntimos. Si bien es cierto que todo depende de las zonas donde consumamos esa bebida; no es lo mismo tomarse una cerveza en la Plaza Mayor o en las Cortes que hacerlo en mi barrio. De nuevo hay que destacar que tampoco los costes para el hostelero son los mismos en un sitio o en otro: el alquiler, los camareros, la materia prima... Y a pesar de la ligera subida la pérdida de beneficios respecto a 2019 sí que pueden estar en un 40% o, incluso, un 50% menos.

-Si la situación es tan crítica, ¿están planteándose solicitar ayudas directas al Gobierno de Castilla y León?

-No es que lo vayamos hacer, que también, si no que llevamos desde el inicio de la pandemia solicitado un mayor apoyo por parte de los gobiernos regionales y estatal para poder seguir trabajando. Consideramos que nuestro sector ha sido seriamente atacado y agraviado por los continuos cierres y limitaciones al derecho a trabajar que sufrimos durante la pandemia. ¿Podríamos pedir estas ayudas desde la Asociación de León? Sí, pero vemos mucho más objetivo presentarlo desde la confederación regional, donde somos nueve provincias unidas con mayor capacidad de ser escuchadas, algo que hasta ahora no ha ocurrido.

-Han pasado tres veranos desde la llegada de la crisis sanitaria del coronavirus, ¿qué secuelas ha dejado la pandemia a la hostelería leonesa?

-Lo ejemplificaré de forma muy sencilla: en 2019 León contaba con 60 hoteles, hoy cuenta con 50. Un 10% menos de establecimientos, porcentaje que se puede extender al resto de negocios del sector. La recuperación está siendo lenta. Por un lado vemos que abren nuevos establecimientos, pero en muchos casos les falta continuidad y en cuestión de meses acaban cerrando.

-Más allá de la pandemia, ¿cuáles son los principales escollos a los que se enfrenta un empresario a la hora de abrir un local?

-La principal problemática en el sector es que no hay formación y eso deriva en una falta de profesionalidad. La gente cree que gestionar un negocio de hostelería es sencillo, que consiste en abrir unas cuantas chapas de coca-cola y poner cuatro tapas. No es así. No ganarán dinero así. Hay que hacer muchos números y se requiere de una gran gestión. Y ahí es donde entra la Asociación de Hostelería. Nuestro trabajo es el de asesorar, atendemos hasta cuestiones del día a día como puede ser ayudar a elaborar una lista de precios, pero no podemos lograr que un negocio vaya bien si su dueño no dispone de la formación necesaria para gestionar económicamente su empresa.

-Si hablamos de profesionalidad, hablamos de trabajadores. Precisamente patronal y sindicatos se deberán encontrar este año para negociar el nuevo convenio provincial, ¿llegará la subida de sueldo para los trabajadores de la hostelería?

-Es un tema que se va a poner encima de la mesa. Estamos entablando los inicios de la negociación con los sindicatos. Por supuesto que tiene que haber una subida de salarios, sobre todo porque el convenio lleva ya muchos años sin modificarse. Eso sí, lo que no puede ser es que no sea una subida coherente a la situación que vivimos. También queremos que se modifiquen algunos criterios para que el empleado sea un profesional y esté comprometido; es decir, que cumpla una serie de requisitos para ser considerado un camarero o un ayudante de camarero y que hay una diferenciación clara.

-¿Qué futuro le depara a la hostelería en una provincia que pierde 5.000 habitantes al año?

-Pues ahí les toca a nuestros dirigentes políticos implementar otra serie de políticas que le permita a León crecer. Llevamos viendo ya muchos años que la mayor parte de los ingresos de la provincia provienen del turismo, pues incentivémoslo, pero no solo durante el verano si no durante todo el año. Pero parece que ni la Junta ni la Diputación están por la labor.

-¿Por qué dice eso?

-Pues porque les proponemos proyectos e ideas con las que fomentar el sector y rara vez nos apoyan. Por ejemplo, un tema tan potente como es el Certamen Gastronómico de la Trucha en León, el segundo más antiguo de toda España con más de medio siglo de vida, sobrevive gracias al Ayuntamiento de León. Junta y Diputación de León no nos ayudan en ninguno de los aspectos, pero luego nos incluyen en sus programas, es del todo incoherente. Falta apoyo y ganas por parte de los políticos de esas instituciones, que viven de espaldas al sector.

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