Los pendones de León: origen, importancia y significado

Santo y seña de la Región Leonesa y símbolo de identidad de los pueblos y las tierras de León con un arraigo histórico, cultural y sentimental que no entiende del paso de los años. Los pendones concejiles de León, como dice uno de sus mayores expertos, Antonio Barreñada, «mantienen viva en su tradición la historia no escrita de las comunidades campesinas». Imponentes en su forma y grandiosos en su significado, no hay pueblo de León que no sienta orgullo de su pendón, ni vecino que no lo luzca y lo baile con devoción cuando la ocasión lo merece.

Su origen nos es desconocido, pero su presencia se ha mantenido inalterable a lo largo de los siglos. La utilización de estos emblemas en las provincias de León, Zamora y Salamanca se remonta, al menos, a la Edad Media, cuando los distintos concejos contaban con su propio pendón como enseña de jurisdicción histórica e identidad de la comunidad local. Fue en esa época de la Edad Media cuando el pendón jugó un papel claramente militar. Las mesnadas reclutadas en cada pueblo organizadas por el concejo acudían a la batalla enarbolando su pendón, identificando a su grupo, su lugar de origen y su pertenencia.

Con el paso de los años el pendón pasó a convertirse en un emblema de cada pueblo. Como explica la Asociación Cultural Pendones del Reino de León, los pendones «no son una reliquia muerta del pasado que haya de ser guardada en un museo y conservada para memoria de algún hecho histórico. Son un símbolo vivo de identidad, de tradición y de cultura de un pueblo».

Porque los pendones siempre han estado ahí, aún cuando la tradición parecía cercana a desaparecer. Tras años de olvido, en los años 80 del pasado siglo resurgió el amor y respeto pro estos símbolos. Due a principios del siglo XXI cuando se constituiría la Asociación de Pendones Reino de León y, con ella, se daría un impulso a esta tradición, permitiendo conservar y recuperar pendones y haciendo cada vez más internacional su presencia.

El pendón se define como un estandarte o enseña integrada por una tela, normalmente de seda adamascada, que se coloca sobre una vara o mástil que alcanza entre los cinco y los trece metros. Generalmente termina en dos puntas, y en ocasiones se adorna con agremanes o flecos.

La costumbre marca que cada pendón se divida en franjas, normalmente de número impar, en las que se combinan colores -básicamente verde y rojo, aunque en ocasiones se introduce blanco o azul-. Los pendones pueden llegar a pesar hasta 40 kilos y, en muchas ocasiones, en la parte superior de la vara se coloca una pequeña cruz que representa la presencia de la parroquia en el acto concejil.

Debido a sus dimensiones y complejidad, es difícil dominar un pendón, pero siempre un orgullo para los vecinos que lo portan. La presencia de estos estandartes es imprescindible en tradiciones religiosas, civiles y culturales de León, y cada vez se tiende más a realizar concentraciones por el símbolo de pertenencia que representan y de hermanamiento de pueblos vecinos.

Sin duda uno de los días grandes para los leoneses y amantes de la tradición es el domingo previo al 5 de octubre, día de San Froilán, cuando León ciudad acoge en sus calles el tradicional desfile de pendones concejiles. Cada año aumenta en número, y este 2024 más de 370 desfilarán por el centro de León hasta recogerse a los pies de la Catedral. Con orgullo y pertenencia, 234 pueblos representarán su tradición en una cita que revive la importancia del Viejo Reino de León.

Otra cita marcada en el calendario es la romería que cada 5 de octubre lleva a cientos de pendones y leoneses hasta La Virgen del Camino, sin olvidar otras romerías más multitudinarias y numerosas si cabe como la de la Virgen de Castrotierra, entre la localidad y Astorga.

• Temas
• León ciudad