Calles por las que casi no cabía un alfiler. Bares donde conseguir hueco en la terraza era poco más que un milagro. Plazas completamente a rebosar de leoneses y turistas. La ciudad de León se ha echado a las calles este domingo 29 de septiembre para poner la tradición por bandera y hacer orgullo de tierra.
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Aunque la estampa se repite cada domingo previo al 5 de octubre, día de San Froilán, no deja de sorprender. Desde primera hora por los barrios como La Palomera o El Ejido el sonido de las dulzainas afinando y de los tambores calentando marca el paso. No es raro encontrar a paisanos vestidos con sus trajes típicos dirección al parking de San Pedro, dodne se concentran los carros engalanados antes del desfile, o encaminándose a la plaza de San Marcos para encontrarse con sus vecinos entorno a su pendón.
El día avanza y se hace evidente que la ciudad está de fiesta. Desde primera hora el paso de dulzaina, tambor y tamboril marca el ritmo de los pendones que desfilan hasta la plaza de Regla. Solo son las 10.30, pero ya los leoneses se agolpan en las calles para disfrutar de la tradición.
El reloj marca las 11.00 y el claustro de la Catedral da inicio a la ceremonia del Foro u Ofrenda de las Cantaderas. En este momento, son ya centenares los leoneses en el claustro que disfrutar del acto y miles los que llenan la plaza de Regla y observan los imponentes pendones y pendonetas.
En la zona de los Cubos y el Arco de la Cárcel los carros engalanados regalan otra estampa única, emulando la peregrinación que el próximo 5 de octubre conducirá al pueblo de León a La Virgen del Camino. Aunque este año muchos menos por discrepancias de la Asociación con el Ayuntamiento, el desfile sigue llamando la atención y congrega a miles de leoneses que se hacen hueco en las estrechas calles de Santa Marina y el Húmedo para ver pasar los engalanados carros.
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Ana G. Barriada
Diego Pérez Cillero
Diego Pérez Cillero
A su llegada a la plaza del Grano con la mañana ya rozando el final y acercándose la hora del vermú a la hora de comer, la estampa es ya un hervidero de gente. Ni un alma cabe en la icónica plaza que disfruta del concurso de carros. Misma imagen se repite en la plaza de San Martín, en todas y cada una de las calles del Húmedo y en las del Romántico, en la plaza Mayor y en entorno de Botines y San Marcelo.
El desfile de pendones, de carros engalanados y la ceremonia de las Cantaderas ha reunido en León a más de 20.000 personas, según estimaciones de la Policía Local de León.
El domingo previo a San Froilán, mientras los leoneses vuelven a casa con sus rosquillas debajo del brazo para tener un toque dulce que cenar, la ciudad revive con vecinos y turistas y regala una imagen para la historia.
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