Un nuevo contratiempo en el funcionamiento de un tren Feve en León. Esta vez la línea afectada ha sido la que une León y Cistierna, llegando a tener retrasos de hasta 40 minutos de retraso en la tarde de este viernes 16 de agosto.
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El principal problema que está azotando Feve, amén de los ya habituales retrasos y averías que eternizan los viajes, es la falta de revisores en los trenes.
La situación que se vive en estas líneas que conectan la ciudad con los pueblos es límite. La ya referida falta de revisores provoca que muchos pasajeros habituales declinen abonar el pago del billete, por lo que al no comprar nada no computarán como viajeros en ninguno de los trenes que cojan siguiendo ese modus operandi.
Además, los viajeros más fieles y avispados ya se conocen la normativa. «Unas chicas que tenía a mi lado sabían perfectamente a partir de qué estación ya nadie podía cobrarnos nada», cuenta un pasajero evidenciando que el problema se sucede de forma asidua.
En este caso, el retraso se debe a la baja velocidad que alcanza sobre la marcha. «En las paradas no estábamos ni 30 segundos», dicen pasajeros del tren, por lo que «tuvo que ser por la lentitud, porque cuesta arriba no pasaba de 30 km/h», cosa que sí hacía cuesta abajo «aunque parecía que se iba a desintegrar», relata un viajero a leonoticias.
De esta forma, Feve sigue un día más dando problemas en todos los aspectos a unos usuarios cuya única forma de ir a trabajar o vovler al pueblo por el fin de semana es esa, ahroa convertida en un auténtico suplicio.
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