El tren Alvia 622 de este domingo, que completaba la ruta entre Barcelona Sants y Vigo Guixar, tuvo que detenerse unos diez minutos en la estación de Pamplona.
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Un polizón logró colarse en uno de los vagones del convoy que se dirigía a León y retuvo su salida hasta que agentes de la Policía Municipal intervinieron para expulsarse.
Los hechos ocurrieron sobre las 13 horas de este pasado domingo, 9 de junio. Tras interrumpir a voces en el vestíbulo exigiendo un billete «para viajar a Burgos», el cual le fue denegado, el varón aprovechó la llegada del tren al andén para cumplir con su cometido.
Se saltó el control de acceso y se adentró en el vagón número 9 empujando al resto de usuarios que esperaban para entrar.
Ya en el interior, y ante la atenta mirada de incredulidad de los pasajeros, se tiró al suelo y se agarró a los asientos. La seguridad privada de Renfe accedía al vagón e invitaba al hombre a abandonar el tren, sin lograrlo. Posteriormente se encaró a una de las viajeros que le invitaba a cesar en su actitud y con diferentes aspavientos exigía colocar su maleta asegurando que no se iba a marchar de allí.
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Rubén Fariñas
Hubo que esperar a la llegada de los agentes de la Policía Municipal para que, a la fuerza, lograran sacar al polizón del tren y bajarle de nuevo al andén, retiéndolo hasta que el convoy pudo emprender su trayecto hacia León.
Durante la ruta, el Alvia pudo recortar el tiempo perdido en Pamplona y llegó a la capital leonesa a la hora prevista.
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