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Un verano de pesadilla para aquellos usuarios habituales del tren y una ruleta rusa para aquellos que optan por la vía férrea para iniciar o terminar sus vacaciones.
Los retrasos se siguen sucediendo en los servicios de Renfe hacia o desde la capital leonesa, especialmente aquellos que tienen prevista su llegada durante la tarde.
La última escena se vivía este mismo miércoles, 31 de julio, con los pasajeros que querían llegar a León en el AVE procedente de Vinaroz. El retraso acumulado ha rondado la hora.
Peor lo van a tener estos días aquellos viajeros que usen el servicio regional ya que las obras en la línea Palencia-Santander afectan directamente al tráfico ferroviario, lo que provoca que la distancia se cubra en autobús, también en el tren que circula con dirección a León.
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«El verano está siendo un despropósito», lamentan desde la plataforma de viajeros recurrentes de la alta velocidad de León.
La jornada anterior, 30 de julio, el tren se quedó parado durante media hora en el intercambiador de Vilecha, sin aire acondicionado y a una temperatura exterior que superaba los 30 grados.
Todo ello en este mismo AVE, procedente de Vinaroz, que también requirió un cambio de tren en Cuenca para llegar a Madrid.
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