Las empresas leonesas empiezan a sentir el impacto del Covid-19 y miran con recelo su desarrollo de cara a la Semana Santa

«Aún es muy pronto para valorar el efecto que tendrá sobre la economía leonesa, porque la empresa pequeña tarda más en sufrirlo, pero existe una preocupación por parte del empresario», explica Javier Cepedano, presidente de la Federación Leonesa de Empresarios, quien ha insistido en actuar con cautela frente al coronavirus, y ha aprovechado para aplaudir el reparto de costes que ha realizado el gobierno.

El plan de choque para paliar las consecuencias económicas negativas de esta crisis sanitaria consta, inicialmente, de considerar accidente laboral y no enfermedad común, que favorece a los trabajadores, pues la prestación es algo más alta, y al empresario, pues la Seguridad Social asume más costes que en el otro caso. «Para muchos empresarios no sería asumible, es positivo que exista un reparto de estos costes entre la empresa y el gobierno», indica Cepedano, una afirmación con la que coincide Julio César Álvarez, del Circulo Empresarial Leonés:

«En algunas áreas del entramado económico leonés ya se está sintiendo, hay empresas que han ralentizado su producción porque no tienen acceso a materias primas, piezas o stock que llegaba desde China o Italia.

De momento no nos consta de ninguna empresa que tenga una parálisis total, pero es una situación que no es sostenible en el tiempo» indica el empresario. «Más allá de la producción, en otros sitios ya se han cancelado las clases, aquí los eventos deportivos serán a puerta cerrada. Eso podrá generar EREs y ERTEs en las compañías que no puedan ofrecer sus servicios».

Por ello, la gran preocupación tanto del CEL como de la FELE es la Semana Santa. La cancelación de las actividades que puedan generar aglomeraciones y potenciar los contagios pone en riesgo una de las principales fuentes de riqueza en la capital de la provincia, que ya comienza a sufrir: «Este año van más lento las reservas. Se nota que la gente está siendo precavida a la hora de mirar hoteles», afirma Álvarez.

Más allá de la hostelería, la posible cancelación de este atractivo turismo podría generar un efecto dominó en las empresas auxiliares que forman parte en un segundo plano de su realización: «Más allá de que los hoteles se queden vacíos y los puestos de trabajo que ello conlleva en restauración, las floristerías, las empresas de seguridad, las lavanderías también tienen un repunte en esas fechas, los operarios que montan todo. Son muchas las empresas relacionadas. Sería un estropicio para la provincia en general y para la capital en especial», explica el directivo del CEL.

Por su parte, desde la FELE asumen con resignación la posible cancelación de este evento cultural y religioso, «si hay que hacerlo por el bien de la población, estamos de acuerdo», aunque reconocen que «el efecto económico será muy grande», por lo que habrá que «buscar otras vías de recuperación económica para los empresarios».

En la Federación Leonesa de Empresarios, además, se insta al Gobierno a mantenerse vigilante ante el desarrollo de las estructuras económicas con el apoyo necesario a las empresas para que se pueda mantener el empleo y se evite una nueva recesión.

Según las estimaciones de la Cámara de Comercio de León la Semana Santa de León supone ingresos por encima de los cinco millones de euros con una traslación al empleo que se cifra en los 1.600 puestos de trabajo.