Un edificio en el casco histórico albergará hasta diez apartamentos turísticos

Bloques enteros de edificios convertidos en pisos turísticos. Este fenómeno, que cada vez se puede ver más en León, viene marcado por lo que está sucendiendo en las grandes ciudades alrededor de todo el mundo, siguiendo un patrón en el que propietarios individuales o inmobiliarias consideran esta opción como la más lucrativa, pidiendo cifras exorbitantes por cada noche de estancia.

A los numerosos edificios destinados a tal fin en el último año en León, este viernes 11 de octubre se suma uno más. Según estaba establecido en la orden del día de la junta de Gobierno local celebrada este mismo viernes, se concede la licencia urbanística para construir un edificio de diez apartamentos turísticos en la calle Murias de Paredes número 1, una céntrica vía muy cercana a la Plaza Mayor de León.

Una tendencia nacional al alza que al finalizar el pasado año 2023 situaba en más de 750 las viviendas de estas características en León capital, lo que supuso un aumento de un 173% respecto a las cifras de alquileres que antes de la pandemia, pero que desde esa fecha no ha hecho sino aumentar, situándose en 916 a finales del mes de julio, según datos de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.

A finales del mes de enero la junta de Gobierno local autorizó la rehabilitación de un emblemático edificio situado en el número 1 de la plaza Don Gutierre para convertirlo en apartamentos de uso turístico, proyecto ejecutado por Proyecta Solución Integral de Obras. Tras el verano, a finales del mes de septiembre, también aprobó una demolición de un inmueble ubicado en la calle Caño Badillo número 1 con el objetivo de reconvertirlo en pisos con licencia de uso turístico.

Otro de los edificios destinados en su totalidad a fines turísticos se encuentra en la Calle Sierra Pambley número 3, el Edificio Zuloaga. Un inmueble representativo de la ciudad y construido a principios del siglo XX que pasará a convertirse en viviendas para cortas estancias.

Esta situación no hace sino alimentar el problema existente con la vivienda y, en concreto, con los alquileres en España, ya que los arrendatarios ven más lucrativo destinarlos al uso turístico que alquilarlos como residencia de larga estancia, fomentando el aumento de los precios en todo tipo de arrendamientos.

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