Diez promete una «ciudad mejor» y gobernar «para todos» en su investidura

Diez fue proclamado alcalde con mayoría simple en un acto donde la nueva corporación municipal tomaba posesión. Los nuevos concejales juraron o prometieron el cargo, con los ediles de UPL haciéndolo «por la autonomía leonesa».

La sala presentó un lleno absoluto, con autoridades civiles, militares y religiosas acompañando una sesión especial y donde los concejales se ubicaron en el estrado, a los pies de la mesa de edad que presidió el veterano José Antonio Cabañeros y que contó con Camino Orejas como la más novel.

Tras la votación, que se realizó en secreto y en urna, el recuento determinó que José Antonio Diez fuera reelegido como alcalde de León. Con once votos, por los nueve que recibió Margarita Torre, los cinco de Eduardo López Sendino, y los dos de Blanca Herreros, el alcalde reeditó su cargo.

Diez recibía la banda, la insignia, la medalla y, lo más importante, el bastón de mando que alzaba en señal de victoria y ofreciéndola a todos los leoneses presentes. Posteriormente, repitió imposición con cada uno de los ediles de la nueva corporación, donde por primera vez se encontraba representada Vox.

Sus primeras palabras, ya como nuevo alcalde para el mandato 2023-2027, fueron dirigidas a las víctimas de la pandemia y sus seres queridos. Además, Diez tendió la mano para trabajar por León. «Espero contar con el respaldo de la corporación para seguir trabajando juntos, a pesar de las diferencias, por nuestra ciudad».

Recordando a los colectivos sociales y los diferentes gremios de la ciudad, agradeciendo a las instituciones, entidades, asociaciones o cofradías y a las personas que trabajan por hacer de León «una ciudad de futuro y oportunidades», el regidor se propuso reeditar «el contrato que firmamos hace cuatro años» para ofrecer un servicio con «honradez, nobleza, equidad y justicia».

El alcalde prometió «gestión transparente, atender a los más necesitados, adecuar los barrios, proyectos de empleo y un turismo internacional vinculado al idioma, además de fomentar la cultura». Todo ello como receta de su plan de futuro para León y frenar la despoblación en «una ciudad mejor». Durante su discurso de investidura, avanzó un plan para frenar la sangría demográfica y garantizar los servicios básicos, dando facilidades a las empresas, fortaleciendo alianzas con las instituciones y haciendo de León «una ciudad atractiva para el futuro». Y resaltó la seguridad de León y la «altísima» calidad de vida de la capital.

Y no faltó el guiño al leonesismo. Diez prometió defender León y a los leoneses «ante todo y ante todos» y garantizar sus derechos y «capacidad de decisión». «Llegaremos hasta donde haga falta para que León sea reconocida con todos sus derechos».

Un emocionado alcalde también se dirigió a su familia, provocando el aplauso de los asistentes. Lo hizo recordando el «amor» hacia su mujer y los sacrificios de sus hijos. «Contigo a mi lado, todo es mucho más sencillo», reconoció a su esposa Mary.

La nueva corporación tiene por delante un mandato de cuatro años en los que el equipo de gobierno del Partido Socialista tendrá que explorar pactos, con un socio preferente como Unión del Pueblo Leonés, para garantizar la ciudad más sostenible, accesible, igualitaria y justa en la que Diez ha prometido ser el alcalde de todos.