La situación en el interior de la cárcel de León está hoy lejos de ser de «absoluta normalidad». En esos términos se refirió la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, al estado de la prisión, pero su análisis dista mucho de la ... realidad que se vive en este establecimiento penitenciario.
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El relato de los funcionarios es radicalmente opuesto. Tanto es así que en Villahierro se ha decretado el «aislamiento total de los módulos» ante el temor a nuevos incidentes. «Hay un ambiente muy cargado y puede ocurrir otro incidente en cualquier momento», han llegado a relatar los trabajadores.
Fue la dirección de la prisión quien ordenó la suspensión de toda actividad fuera de los módulos para evitar posibles altercados, lo que evidencia una situación interna de alta tensión.
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Con el aislamiento de internos en los módulos y el cese de actividades se busca que los posibles 'brotes' derivados del fallecimiento de un interno y el posterior motín se puedan controlar con mayor efectividad al mismo tiempo que se reduce el nivel de riesgo.
Mientras tres de los seis presos identificados por el secuestro de hasta siete funcionarios, entre ellos la directora del centro y el subdirector de seguridad, ya han sido trasladados a otras prisiones con carácter de urgencia y al menos otro más ha sido desplazado a una celda de castigo.
Es la respuesta al incidente más grave que se recuerda en la prisión de León desde que se abriera. Un incidente que, según el informe emitido por los funcionarios, evidencia que en el módulo 10 «se produjo un incidente regimental de carácter muy grave que tuvo como consecuencia la agresión a un trabajador, y la retención de la directora, de otros dos mandos, así como de dos jefes de servicio, y hasta tres funcionarios de vigilancia que desempeñaban su trabajo en ese departamento».
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En el transcurso del incidente se destrozó mobiliario, se levantó una barricada con sillas y otros enseres para evitar la salida de los funcionarios del módulo y se exhibieron armas caseras con las que se amenazó a los allí presentes.
«De aquí no sale nadie, os voy a rajar a todos», llegó a asegurar uno de los internos al mismo tiempo que mostraba un 'pincho' con el que amenazó a los funcionarios.
Este jueves se han sucedido las críticas a la gestión del suceso y a las reacciones del mismo. Tanto Acaip como Cesif han criticado con dureza la falta de medios en la prisión y de un modo especial las palabras de la delegada del Gobierno minimizando la gravedad de lo sucedido.
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