El comercio local denuncia pérdidas navideñas por compras online: «Se están cargando León»

La campaña navideña, tradicionalmente una de las más fructíferas para el comercio local de León, está registrando una notable disminución en las ventas. Un sabor agridulce en los que muchos de los comerciantes de los los negocios de León coinciden.

A pesar de las luces, los escaparates decorados y el ambiente festivo que llena las calles, las ventas en los pequeños establecimientos están lejos de alcanzar las cifras esperadas.

La razón, según explican los comerciantes, es clara: el auge de las compras online. Además, los comerciantes señalan al recorte en el bolsillo, el cambio de necesidades y a las recientes peatonalizaciones como las principales causas de esta tendencia negativa.

Olga Martínez, propietaria de Muebles Olga en la calle Gil y Carrasco desde hace 54 años, expresa su preocupación: «Desde que hicieron la calle peatonal, la arruinaron; la gente de los pueblos que venía con coches ya no acude a esta calle a comprar».

Martínez destaca que, anteriormente, muchos de sus clientes provenían de zonas rurales y accedían en vehículo, pero las restricciones actuales los disuaden, optando por establecimientos en las afueras con mejor accesibilidad.

María Rodríguez, del local Equinoccio, observa que sus clientes retrasan cada vez más las compras navideñas, esperando a fechas muy cercanas a las festividades. «La gente hasta después de la lotería no empieza a comprar; va a ser una locura la semana que viene, solo hay dos días», comenta, atribuyendo esta demora a la espera de ingresos extra y a la búsqueda de mejores precios, muchas veces en plataformas online.

Carmen García, dependienta de Olga & Herzo, muestra su indignación ante la preferencia por las compras en línea: «La gente apuesta mucho por lo online y no da trabajo a la gente que somos de aquí. Cuando vaya a comprar algo mínimo van a generar que nos tengamos que ir a todo el mundo online».

García advierte que esta tendencia está llevando al cierre de locales físicos y afectando negativamente al tejido comercial de la ciudad.

María del Carmen, de la tienda Sabadel con casi 90 años de historia, que se ha mantenido en un relevo generacional que pasó de abuelos a padres y ahora, ha llegado a sus manos. La comerciante reconoce que, aunque la venta de productos tradicionales como la flor de pascua se mantiene, ha notado competencia en adornos navideños por parte del comercio electrónico.

«Algunas cosas las hemos notado en la competencia online de adornos navideños, pero en flores y plantas no porque hacemos más nuestra», señala.

María Epifanía Cuesta, con 18 años en el sector del calzado y recientemente trasladada a Alfonso V, describe la situación actual como «un sálvese quien pueda». Critica las prácticas de grandes firmas que venden directamente al consumidor final, dejando al pequeño comercio en desventaja.

Además, menciona que las peatonalizaciones y la falta de aparcamiento disuaden a los clientes de acudir al centro: «Nos llaman los clientes para saber dónde aparcar. La peatonalización impide que lleguen los clientes»

Por otro lado, Ruth Amaya Álvarez, con 18 años en el negocio y ubicada en la calle San Agustín, percibe una mejora en la actual campaña navideña: «Esta campaña de Navidad está mejor, la gente está más alegre, la gente ha venido mucho más a comprar zapatos de vestir y hacía años que no lo veía yo aquí».

Amaya considera que la peatonalización, aunque inicialmente fue dura, ha beneficiado su negocio al aumentar el tránsito peatonal.

La situación refleja una realidad compleja para el comercio local de León, donde factores como la peatonalización, la competencia del comercio electrónico y los cambios en los hábitos de consumo están redefiniendo el panorama comercial durante la temporada navideña.

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