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El corazón de León vive inmerso en una paradoja: mientras algunas calles muestran un dinamismo comercial envidiable, otras parecen atrapadas en el tiempo, con carteles de se alquila y locales en desuso. Esta desigualdad, evidente en calles cercanas a la Plaza de las Cortes Leonesas como Villa Benavente, Santa Nonia y Arquitecto Torbado que contrastan frente al auge reciente de la calle Gil y Carrasco tras su peatonalización y plantea una pregunta clave: ¿qué está frenando la recuperación del comercio en el centro?
Para entender esta realidad, consultamos a inmobiliarias locales que, desde su experiencia, ofrecen un diagnóstico claro: muchos locales envejecidos requieren inversiones tan elevadas que ahuyentan a los posibles inquilinos. Ana Díaz, titular de una de las inmobiliarias que trabajan en la zona lo resume así: «Necesitan una gran inversión para adaptarse a las necesidades actuales». Este es el caso de un local de 90 m² que ofertan en la calle Burgo Nuevo, cuyo estado envejecido supone un obstáculo insalvable para muchos de los interesados.
No es un caso aislado. En la calle Fuero, un local de 111 m², anunciado como «ideal para oficinas o clínicas», presenta una fachada acondicionada pero sigue vacío. ¿El problema? El coste de las reformas, un factor que pesa tanto como la incertidumbre sobre el retorno de la inversión.
Desde la inmobiliaria Burgo Nuevo, confirman este diagnóstico y añaden otro factor importante: la saturación de locales disponibles. Según su experiencia, este exceso genera «miedo a invertir». Un ejemplo notable es un antiguo local de mueblería que la inmboliaria tiene en venta por un precio de 950.000 euros. A pesar del interés inicial, los elevados costes de licencias y reformas suelen frustrar cualquier intención de compra o alquiler.
Además, incluso los locales más asequibles arrastran problemas similares. Por ejemplo, en la calle Juan Madrazo, un espacio en alquiler por 400 euros mensuales requiere una reforma que ronda los 30.000 euros. O en la calle Joaquín Costa, donde un local de 80 m² sin baño tiene un precio de 500 euros al mes.
Por el contrario, zonas más modernas o con menores barreras de entrada, como la calle Gil y Carrasco, que ha sufrido un resurgir con la peatonalización de la zona, parecen estar atrayendo cada vez más interés. La peatonalización ha transformado esta área en un imán para nuevos negocios, demostrando que, con las condiciones adecuadas, el comercio en León puede prosperar.
El futuro del centro, sin embargo, dependerá de cómo se enfrenten estos desafíos estructurales: el envejecimiento de los espacios, los altos costes iniciales y la falta de incentivos para la inversión. Mientras tanto, las persianas bajadas siguen siendo un reflejo de una incertidumbre que no solo afecta a los negocios, sino también al corazón comercial de León.
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Sin embargo, y a pesar de esta situación, León se posiciona como la provincia con mayor número de establecimientos comerciales en Castilla y León, según los análisis de datos de la Junta de Castilla y León sumando un total de 5.074 negocios, frente a los 4.481 registrados en Valladolid. Este liderazgo destaca especialmente en categorías como supermercados y alimentación con 280 locales y prendas de vestir y textiles con 252 locales.
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