«Los ciudadanos nos castigaron por no ver lo que pedían; con Inés se vuelve a creer en nosotros»

La nueva coordinadora autonómica de Ciudadanos en Castilla y León espera en la sede de la formación en la capital leonesa, algo fría, afirma, a la espera de colocar imágenes del partido, aunque el naranja ya destaca sobre las paredes blancas.

Los acontecimientos atropellan a la actualidad y, lo primero ¿cómo está viviendo estos primeros días de un León confinado?

Con pena, tristeza, es una situación complicada para todos. Llevamos mucho tiempo haciendo esfuerzos, hemos perdido a muchos sanitarios, empresas, familias, educación, y estamos bastante agotados. Pero hago un llamamiento al ánimo y fortaleza porque esto tiene fin y esperemos que sea más pronto que tarde. Se está actuando con responsabilidad pero parece que no es suficiente. Es una pandemia complicada, con expansión demasiado fácil y nos está pasando factura.

¿Qué le parece una medida tan dura como el cierre perimetral de León?

Tengo confianza plena en la persona que dirige el timón, Verónica Casado. Ha sido médico, reconocida, gestora en sanidad y tiene empatía y ganas para hacerlo lo mejor posible. Tomará las decisiones mejores para la provincia y es una suerte contar con ella.

Estrena recientemente cargo dentro de su partido, ¿en qué ha cambiado el día a día para Gemma Villarroel?

El trabajo sigue siendo el mismo. Mi dedicación es absoluta en la provincia y tengo un gran equipo para coordinar la comunidad. Es algo orgánico, no institucional ni remunerado, que gestiona a cargos públicos y afiliados y traslada las políticas nacionales a los territorios. Tengo un equipo que me respalda y lo afronto con ganas de aportar aire fresco a la política autonómica.

¿Qué opinión le merece el trabajo que está haciendo Ciudadanos en el Ejecutivo de la Junta?

Se nota muchísimo dónde gobernamos, con la llegada de profesionales cualificados. En Andalucía ha conseguido tener superávit tras 40 años; aquí somos un referente en Transparencia; también en Turismo, con políticas innovadoras y del siglo XXI y no del año 90, que es donde las hemos cogido; en Sanidad tenemos una profesional del área; en Empleo a Carlota, que conoce y viene del mundo de la profesión privada. En todas las áreas, la llegada de profesionales se nota y se sabrá valorar.

Hay quien dice, incluso, que el auténtico presidente de la Junta de Castilla y León es Francisco Igea

Igea es de Ciudadanos, es nuestro proyecto, y si se tiene esa perfección es positivo. Es indiscutible que Igea tiene un papel relevante como portavoz y vicepresidente, y también varias cabezas visibles que pueden trasladar nuestra forma de hacer política. No me atrevo a decir quizá tanto, no puedo ser objetiva, creo que Igea cubre muchas áreas de gobierno, se encarga de muchas cuestiones y le da el protagonismo necesario y estamos orgullosos.

En Madrid, donde también gobiernan con el Partido Popular, se habla de una posible moción de censura. ¿Apostaría por ello en Castilla y León?

Uno de nuestros valores es dar estabilidad a los gobiernos. La estabilidad tiene que existir. La estabilidad política da cierta solvencia al país, a que se acerquen inversores y la confianza con Europa, no nos podemos permitir inestabilidad. Ese papel está demostrado, sabemos sentarnos con diferentes formaciones con mínimos y guías y llegamos a un acuerdo con 100 puntos de transparencia y buen gobierno para decir lo que vamos a hacer. Ese programa lo tenemos en Castilla y León y nuestro deber es intentar ejecutarlo. El 75% están iniciadas y apenas un 5% no han comenzado. Esa estabilidad va a existir.

¿No se plantea ni escuchar al PSOE?

Ahora mismo no se valora ninguna opción. La estabilidad es una prioridad. Estamos inmersos en una pandemia no es tiempo de excesivos cambios y más cuando hay un pacto que funciona. Esperemos que la pandemia no se quede, no somos sectarios y no nos cerramos, pero el momento no es el adecuado y la estabilidad es buena, es difícil que ocurra aquí.

¿Y por dónde debe pasar el futuro de Ciudadanos en Castilla y León?

Por crecer y demostrar solvencia. Estamos demostrando credibilidad, solvencia, profesionalidad en la administración autonómica y se sabrá valorar y recuperar la confianza perdida en noviembre. Ese es nuestro reto y conclusiones: crecer y gobernar en más ámbitos. Esta formación necesita la oportunidad y viene de la mano del votante y su confianza.

Debido a su política de pactos, ¿teme que Ciudadanos quede como la sombra del Partido Popular?

Inés ha demostrado que Ciudadanos está en un centro puro. Es difícil dar gusto a todos, pero se hace lo correcto. Las personas van a saber que somos responsables, útiles e interponemos los intereses de España al personal. Lo demuestra Inés en el estado de alarma, con los presupuestos..., para que los españoles sean los beneficiados del partido. Podemos mirar a cualquier lado.

¿Qué falló en Ciudadanos para perder la confianza del votante?

Es el cúmulo de cosas. El partido de Ciudadanos es el que más autocrítica ha hecho en España. En noviembre nos dimos un batacazo y Rivera dimitió y abandono la política y es una gran persona, y político. También se fueron el secretario general, el de comunicación y el de organización; autocrítica hicimos. Ha habido un análisis y a la ciudadanía ha sido muy exigente, y no supimos ver lo que nos pedían y se defraudó y se quedaron huérfanos y no representados por nuestra formación. Esta ilusión y forma de hacer política la está recuperando bien Inés, y se vuelve a creer en nosotros. Se toman decisiones, no siempre se acierta, pero somos limpios, honestos y sin corrupción; y esa dureza de los votantes nos ha ayudado a mejorar y se va saber valorar para sentirse identificados por el proyecto.

Cuando usted tomó las riendas del partido en Castilla y León aseguró que trataría de corregir «políticas poco correctas» en la Junta. ¿A qué se refería?

Nosotros tenemos una guía de 100 puntos, las políticas del comité de pacto es nuestra guía que no hay nada incorrecto, pero si dentro del comité alguna política no la viéramos opinaremos con nuestros consejeros para tomar una decisión; pero eso debe ser habitual.

Por ejemplo, defiendo el proyecto piloto para la Sanidad en Aliste. Los cambios cuestan y la gente se muestra reticente y la oposición lo aprovecha, pero la razón no nos la va a dar el político sino los habitantes de la zona del proyecto. Medimos y encuestamos a personas, preguntamos por su satisfacción y es cuando se hacen cambios y cuando funcionen y satisfaga a los vecinos se extrapolará a toda la comunidad. Será un éxito porque lo habremos probado. No será desde un despacho, sino que en la base se hace la prueba y se miden resultados, y entonces implementamos. Lo fácil es decir que nos lo cargamos todo, pero no será así. Si Aliste no funciona no se planteará. Hay que tranquilizar a la gente de los pueblos, pero que entiendan que no hemos venido a la política a no hacer nada, como hacen los que están en el sillón; que los cambios son complicados, sí, pero cambiamos porque con las mismas estrategias no se obtienen resultados diferentes.

¿Cree que su elección ha abierto una división en Ciudadanos Castilla y León?

Espero que no. He venido con la intención contraria, la de mantener y seguir creciendo con un equipo fuerte y unido, con portavocías y un equipo con el que trabajar y consolidar la estructura. Somos un partido que llevamos cinco años y que estamos en un tablero de 40 años con otros con una estructura consolidada. Hemos sufrido 21 procesos electorales desde que nacimos y nos cuesta afianzarnos en territorios y esto va a ser uno de sus principales valores. La gente va a poder sentirse representada alrededor de mi liderazgo y mi equipo con escucha activa y participación que estoy dispuesta a hacer.

Y por último, ¿cómo le gustaría que fuera este partido dentro de unos años?

Me gustaría que fuera un partido profesional, pragmático, útil y que estén orgullosas de una formación como Ciudadanos. Con nuestros defectos, pero que la gente se sintiera orgullosa y vuelva a recuperar la confianza en la política.