No es la primera incidencia, ni será la última. Pero en este caso han sido más de tres horas a la espera en el interior del tren «sin calefacción, sin agua y sin comida». Lo que algunos han tachado de »secuestro«.
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La absoluta electrificación de la novedad 'low cost' de Renfe para sus servicios entre Madrid-León y Asturias le está saliendo caro a sus usuarios.
El S-106, el Avlo que se estrenaba hace unos meses, sigue dando quebraderos de cabeza a los pasajeros y quedándose atrapado en el cambiador de Vilecha.
El cambio de tensión que se produce en este paso obligado de los trenes que llegan por la vía de alta velocidad y que desembocan en la estación de León lleva mucho tiempo dando problemas y acumula numerosas incidencias y retrasos.
La última se ha producido este mismo domingo. Un tren que debía llegar a las 11:35 a León venía en hora. Sin embargo, el paso por Vilecha ha obligado a detener su marcha. «Lo normal es que pare unos minutos, pero la cosa se alargaba más de la cuenta», narra Ismael, uno de los afectados por esta situación.
El retraso fue creciendo hasta superar la hora y media y así hasta pasadas las tres horas parados. A la 1 de la tarde, los usuarios que ya se ponían de pie para recoger el equipaje han mostrado su hartazgo por una espera injustificada. A solo tres kilómetros de su destino, el tren les ha dejado atrapados.
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«Están sin calefacción, sin agua y sin comida», denuncia Alfredo desde la estación de tren de León mientras espera la llegada de su hijo atrapado en el convoy. «Les tienen secuestrados, porque encima no les dejan ni salir, no nos dejan ir a buscarles ni les traen aquí», asegura a este medio mientras lamenta las malas comunicaciones de la empresa: «Nos están engañando».
El tren tenía que llegar a destino a las 11:36 horas, pero a esa hora la pantalla alertaba que llegaría con un retraso de «cinco minutos». Pasado este tiempo, el mismo aviso. Y así durante tres horas. «Nos engañan y si vas a preguntar te tratan de vergüenza», lamenta Alfredo.
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La única comunicación que Renfe ha realizado ha sido para explicar que tendrán que esperar «a ser remolcados por otro tren» que no terminaba de llegar hasta este punto. Y el problema era mayor para los pasajeros que continuaban la marcha hacia Asturias. «El tren va hasta Avilés. Les han dicho que el tren acaba en Oviedo y los que tuvieran que seguir que se busquen la vida».
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Elena Cuesta | R.Fariñas
La indignación ha sido absoluta entre los centenares de usuarios que han tenido que pasar la mañana de domingo en este convoy. «No nos han ofrecido nada, ni agua», lamentaban mientras seguían retenidos en este punto.
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Se trata de una nueva incidencia en los nuevos trenes S-106, cuyos servicios distan mucho de la comodidad y los problemas eléctricos están siendo una constante que deja cada poco a sus pasajeros tirados en los cambiadores de Vilecha o de Taboadela -Orense-, donde también circula con problemas.
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