El Black Friday, tradición comercial importada de Estados Unidos, parece haber perdido «su sentido original», según explica Javier Menéndez, presidente de la Asociación Leonesa de Comercio (Aleco). Menéndez señala que esta festividad, concebida como «un evento puntual» para mejorar los resultados económicos de los comercios en la última parte del año ha sido desvirtuada en su adaptación a los grandes comercios y a la revolución de las compras online.
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En su origen, el Black Friday se celebraba el último viernes de noviembre, justo después de Acción de Gracias, con el propósito de transformar los números rojos en negros, es decir, compensar las pérdidas del año y transformarlas en beneficios. Sin embargo, Menéndez advierte que en León ya se ven promociones de Black Friday desde el 2 de noviembre: «Cuando una iniciativa se vuelve masiva y no concreta, se desvirtúa. El consumidor anda despistado, y los pocos comercios que lo hacen bien no saben si realmente verán resultados».
El contexto no favorece al pequeño comercio leonés, que se enfrenta a numerosos desafíos este año: Desde la competencia feroz de las grandes plataformas de venta online y los centros comerciales, hasta problemas de logística como la falta de aparcamiento en las zonas céntricas de la ciudad. Según Menéndez, esta situación ha creado «una autopista hacia la gran distribución», y dificulta aún más la supervivencia del comercio local.
Además, la desregulación de las rebajas por parte de la Junta de Castilla y León ha provocado un bombardeo constante de descuentos que confunden al consumidor: «Podemos ver descuentos desde el 2 de enero hasta el 31 de diciembre. El consumidor no sabe cuál será el último precio o el más barato», afirma.
Javier Menéndez
Presidente de la Asociación Leonesa de Comercio (Aleco)
A pesar de esta saturación, Menéndez defiende el modelo original del Black Friday, que se limitaba a tres días: viernes, sábado y el Cyber Monday (orientado, en su origen, a la venta de productos de tecnología). Según él, esta fórmula concentrada y puntual tiene más sentido que las campañas interminables actuales. Sin embargo, lamenta la tendencia generalizada a anticiparse: «Dentro de nada, vamos a empezar a vender bikinis al día siguiente de Reyes porque hay que anticiparse a todo».
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En León, el Black Friday da comienzo, oficialmente, el 29 de noviembre, pero muchos comercios ya han lanzado sus descuentos varias semanas antes, diluyendo el impacto que debería tener esta jornada. Mientras tanto, el comercio local sigue luchando por adaptarse a un panorama cada vez más complejo y competitivo. Menéndez concluye con cierto escepticismo: «No sé si quienes se adelantan hacen mucho negocio. Yo lo dudo, pero ahí estamos».
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Hugo García González
El comercio leonés enfrenta, en este nuevo Black Friday, el reto de encontrar un equilibrio entre la adaptación a las nuevas tendencias y la conservación de la esencia de una tradición que, en sus comienzos, buscaba dar un respiro, precisamente, a los pequeños negocios.
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