Imagen de Goyo Miguelez junto a su Belén. Guillermo Gutiérrez.
El Portal de Belén de Goyo Miguelez

El Belén misterioso que aparece en una calle de León

Un nacimiento de esperanza que recuerda la magia de la Navidad en cada figura y detalle

Viernes, 20 de diciembre 2024, 08:18

Cada Navidad, la calle Juan de Herrera de León se ilumina con la calidez de un pequeño portal de Belén que, año tras año, sorprende a los transeúntes.

Publicidad

Es la obra de Goyo Miguelez, propietario de la Tapicería Ramos, quien desde hace más de 20 años mantiene viva una tradición familiar que comenzó su madre. Un pequeño nacimiento, compuesto de leña, rocas, cartón y un árbol, se ha convertido en un símbolo de esperanza y un homenaje a la Navidad de antaño.

«Mi madre siempre ponía el nacimiento, y un día sobró leña… y así comenzó todo», recuerda Miguelez con cariño. A pesar de las dificultades, como la humedad, el robo de algunas figuras y el desgaste del paso del tiempo, el tapicero sigue colocando su Belén en la calle todos los años, desde el puente de diciembre hasta el día de Reyes.

Un motivo de alegría

«A los niños les gusta verlo», afirma, mientras recuerda la reacción de los más pequeños del barrio. Aunque los años han ido pasando y, con ellos, algunas de las ilusiones de la Navidad se han desvanecido para Gollo, su pasión por estas decoraciones no ha hecho más que crecer.

«Una vez que comencé, me aficioné a él»

«Tengo más de 4 belenes en el escaparate de la tapicería», dice, refiriéndose a su colección que ha ido sumando figuras a lo largo de los años. Para él, poner el Belén es una forma de mantener vivo el recuerdo de su madre, quien empezó esta tradición. «Una vez que comencé, me aficioné a colocar el nacimiento y desde entonces lo pongo siempre», confiesa.

Publicidad

Imagen del Belén de Goyo Miguelez. Guillermo Gutiérrez

Un clásico del barrio

El Belén de Goyo es un clásico del barrio. Los vecinos, que cada año esperan con ilusión su colocación, insisten en que no falte. «Siempre me dicen que lo ponga», comenta. A pesar de la alegría que genera entre los leoneses, Miguelez no puede evitar el temor de que, algún día, su trabajo desaparezca, pues las figuras, aunque no sean valiosas en términos económicos, tienen un gran valor sentimental para él. «Lo pongo con paja y rocas de calefacción, y por la noche tiene luz LED que queda encendida. Siempre existe el riesgo de que me den una patada o me lo roben», asegura con una mezcla de preocupación y resignación.

«Es una tradición para mi y para mi familia»

Lo cierto es que, a pesar de los contratiempos, Goyo no ha dejado de renovar su Belén año tras año, agregando nuevas figuras y detalles. El techo de piños, las luces y los materiales humildes han hecho de este portal un símbolo de esperanza para él y para el barrio. «Es una tradición para mí y para mi familia. Cada año me recuerda la importancia de apostar por la ilusión y la Navidad», concluye con emoción.

Publicidad

El Belén de Goyo Miguelez no es solo una decoración navideña, sino una manifestación de la fuerza de la tradición, el recuerdo y el espíritu navideño. Un regalo para los que pasan por su calle, un símbolo de lo que significa mantener vivas las costumbres y compartir con los demás la magia de la Navidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad