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Pasan las 20.30 horas y la 'churrera' se pone en marcha. Tras llenar la parte trasera de lo que un día fue una ambulancia con todo lo necesario, tres voluntarios de Cruz Roja León salen al frío propio de una noche invernal.
El objetivo, llevar comida, abrigo y, lo más importante, conversación y apoyo a las personas que viven en la calle. Una rutina que cada martes y jueves repiten dentro del programa de Atención a Personas sin Hogar con el que la ONG busca tender una mano amiga a todas aquellas personas que se vean en esta situación de vulnerabilidad.
En cada salida, la Unidad Móvil de Emergencia Social -conocida popularmente como 'la churrera'- atiende a una media de quince personas. Además de ofrecer ropa, comida y bebida, los voluntarios aportan a los usuarios un mapa con información relevante de lugares donde pueden solicitar ayudas o recursos a su disposición.
Todo esto es posible gracias a la labor del equipo que lleva a cabo el proyecto, formado por una trabajadora social, una educadora social y un grupo de 26 voluntarios y voluntarias que dedican su tiempo a las Personas Sin Hogar.
Entre ellos están Mari Carmen y Generoso, que inician la ruta marcada tras explicarnos el funcionamiento del Centro de Higiene, otro de los puntos del programa de Cruz Roja donde los usuarios pueden acudir a lavar su ropa y ducharse y hacer uso de una biblioteca llamada 'El libro del Viajero'.
Este proyecto en su conjunto cuenta con la subvención de la Junta de Castilla y León a través de la consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y está financiado con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas para la realización de programas de interés general.
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El papel de los 26 voluntarios de la Cruz Roja en León es fundamental para llevar a cabo esta labor. Como explica Mari Carmen, ser voluntario es un acto «vocacional». «Desde que pasé por una situación en la que necesité a la Cruz Roja me dije que quería ser voluntaria. Ahora que tengo disponibildiad y lo que me sobra es tiempo no lo dudo», nos cuenta, al tiempo que anima a todo el mundo a hacerse volutnario. «A mí me aporta muchísimo y doy gracias por que me dejen hacerlo».
Generoso lo ve desde la misma perspectiva. Prejubilado, escuchó a aquellos que decían lo buena que era la sensación tras ayudar a los demás «y no mentían».
Mari Carmen, Generoso y los demás voluntarios de León prestan así un servicio fundamental para las personas sin hogar que viven en León, buscando hacer de sus noches una realidad un poco más amable.
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
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