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Ha dado comienzo de nuevo la huelga de transporte de viajeros convocada para los días 28 y 29 de noviembre que afecta a la provincia de León y a gran parte de España. En la manifestación convocada en la Estación de Autobuses de León, Comisiones Obreras ha reafirmado su compromiso con las movilizaciones, tras que la Unión General de Trabajadores (UGT) haya firmado una serie de acuerdos con la patronal que generan un profundo malestar entre los huelguistas.
Durante esta jornada de huelga, Benigno Salas Puente, secretario provincial de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en León, destacó el alto nivel de participación. «En el transporte urbano, el seguimiento ha sido del 100%, y en el resto del sector estamos por encima del 85%», explicó. Aunque los servicios mínimos fijados han sido respetados, Salas los calificó como «completamente abusivos».
El motivo principal del paro, señaló, es la exigencia que ya llevan tiempo reivindicando de coeficientes reductores para una jubilación anticipada en el sector del transporte, una medida ya aplicada a colectivos de otros sectores como los bomberos o los forestales. Según Salas, esta petición, basada en el Real Decreto de 2011, busca garantizar la seguridad de los conductores y de los pasajeros.
«Vamos a seguir en esta movilización hasta conseguir nuestros objetivos», afirmó. Sin embargo, expresó su malestar por el acuerdo alcanzado entre UGT y la patronal, que supedita la concesión de los coeficientes a la aprobación de un Real Decreto por el Gobierno. «Esto se puede eternizar y no estamos dispuestos a esperar indefinidamente», sentenció recordando que llevan esperando por este decreto desde el año 2001.
Luis Villares, coordinador del sector de transportes en Castilla y León de CCOO, reforzó esta postura, subrayando que la falta de una fecha límite concreta para la aplicación de los coeficientes reductores pone en peligro la seguridad de los conductores y de los pasajeros.» «El riesgo es el mismo que en otros sectores como el transporte de mercancías o las ambulancias, donde sí se ha conseguido fijar una fecha de jubilación», apuntó.
Villares criticó duramente el acuerdo firmado por UGT con la patronal. «No entendemos que otros sindicatos hayan firmado con la patronal a expensas de un Real Decreto que debe pasar por el Congreso y cuya aprobación es incierta». También destacó que la necesidad de esta medida no responde a intereses ideológicos o sindicales, sino a cuestiones de seguridad.
Los datos sobre el seguimiento de la huelga reflejan un apoyo significativo: a nivel autonómico y nacional, la participación ronda entre el 80% y el 85%, según los líderes sindicales. Sin embargo, la división entre sindicatos y la falta de avances concretos mantienen el conflicto en un punto crítico.
CCOO insiste en que esta estrategia dilata innecesariamente un proceso urgente. Por su parte, los ciudadanos siguen siendo los más afectados por estos paros.
Por ahora, las movilizaciones continuarán. CCOO advierte que no cesarán hasta lograr compromisos claros que garanticen la seguridad y el bienestar de los trabajadores del transporte de viajeros, un sector esencial para la movilidad y la vida diaria de miles de personas.
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