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La fábrica de aperitivos GUS, ubicada en Riego de la Vega, ve peligrar su producción debido a la escasez de aceite de girasol que se importaba desde Ucrania y del que la fábrica usa 250 toneladas al mes.
Este es uno de los daños colaterales ... que la invasión rusa de Ucrania está provocando en la economía global.
Desde Grupo Apex, propietario de esta fábrica que da trabajo a 170 personas, aseguran que están buscando alternativas para evitar la paralización de la producción.
Así, aunque la empresa se ha adelantado adquiriendo camiones cisterna de aceite; buscan otras soluciones para paliar este problema. Entre las mismas se encuentra freír en otras soluciones que lleven una mayor parte de aceite de girasol y el resto otro tipo de oleosos.
Y es que el problema no es solo la falta de aceite sino también el precio del mismo que se ha multiplicado por tres desde el inicio de la crisis.
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Lo cierto es que hay otros países, como Argentina, Moldavia, Bulgaria, Brasil o Francia que también producen aceite de girasol, pero en cantidades insuficientes y además su importación es más costosa.
Todo un problema que se multiplica con el incremento de costes derivados de la energía y los precios de los combustibles.
Por otra parte, desde la Cámara de Comercio de León admiten que esta crisis no afectará económicamente a la provincia de León a nivel de importación. El pasado año tan solo se importó un container desde Ucrania y 21 procedentes de Rusia.
«Ya había sanciones previas pero ni Rusia ni Ucrania es una fuente principal de ingresos, no es significativo», advierten desde la entidad cameral leonesa.
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