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El tiempo respetó y las ánimas pudieron ser honradas por sus hermanos.
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Corría el año 1663 cuando Pedro Villafañe, un clérigo de León, fundaba la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Ánimas del Santo Malvar en el antiguo hospital de San Antonio y 361 años después, los hermanos de la cofradía volvieron a salir a las calles para honrar este sábado 2 de noviembre a sus Fieles Difuntos.
Y es que este año, las ánimas han vuelto a vagar por las calles del centro de la capital desde la Iglesia de Santa Marina la Real hasta la calle Arco de Ánimas, antiguo cementerio del Santo Malvar y lugar donde se encontraba el antiguo hospital, dónde, entre el silencio, se entonó un canto de ánimas recuperado para la ocasión por parte de una joven papona de la cofradía.
Antes, los hermanos fueron al encuentro de su homóloga la Cofradía de Ánimas y Santo Cristo de Fuera de San Martín tras salir de la misa de vísperas de Santa Marina, para encaminarse por las angostas calles del centro de León.
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La primera y última vez que esta cofradía, desde su refundación, sacó a su Piedad por las calles de León fue en 2022 y este año, además, coincidiendo con el día de los Fieles Difuntos, ha cobrado un especial valor.
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Austeridad, sobriedad y silencio reinaron en la noche de este sábado para honrar a los difuntos de un León que vela por sus ánimas.
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