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Dieciséis años han pasado desde que el Ayuntamiento de León registrara y aprobara por primera vez una moción para exigir los estudios de Medicina en la provincia. Desde aquel 30 de mayo de 2008 mucho ha pasado, pero la facultad sigue sin verse ni intuirse en el campus de Vegazana.
A las puertas de la reunión convocada el próximo 2 de octubre por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, con los rectores de las cuatro universidades públicas de la comunidad para abordar la viabilidad y el consenso de poner en marcha el grado en León y en Burgos, que también lucha por él, el Ayuntamiento de León aprueba de urgencia en el pleno municipal celebrado este viernes una moción para exigir una apuesta «real y con presupuesto» para dar respuesta a este «anhelo histórico de León y su Universidad».
Aunque la moción ha contado con el apoyo unánime de todos los grupos, lo cierto es que el debate no ha estado exento de polémica por la forma y el fondo de la moción presentada por Unión del Pueblo Leonés.
Los portavoces de Partido Popular y UPL se enzarzaban en una discusión por ver quién tenía razón sobre la presentación de la moción. Tras minutos de dimes y diretes, llegaba el momento, al fin, de hablar del contenido y el objetivo de la moción: instar a la Junta a apostar realmente por el grado y recoger el guante que desde hace más de 30 años la ciudad lanza incansable para lograr los estudios.
Recordaba Eduardo López Sendino que no es la primera vez que el consistorio aprueba una moción de similares características. Ya en 2008, concretamente en el pleno del 30 de mayo, se aprobó la moción a instancias de UPL y con la abstención de los populares. En 2022 el tema se volvió a llevar a pleno. Incluso este mes de mayo de 2024 se propuso desde UPL que la Junta destinara una partida de un millón de euros para poner en marcha la facultad, que en total tendría un coste de alrededor de doce millones de euros, y que contó con la negativa de PP y Vox.
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«Sistemáticamente la Junta de castiga a León se ha opuesto a esta facultad, y lo cierto es que Mañueco no ha dado ningún paso efectivo más allá de electoralismo», apuntaba López Sendino, al tiempo que pedía «gestos importantes como partidas presupuestarias» o acometer acuerdos como, por ejemplo, «alquilar o comprar el edificio del Portillo, que sería una buena sede».
Respondía a sus palabras el portavoz popular David Fernández, que aseguraba que los tiempos desde 2022 han cambiado y que, en la actualidad «Mañueco ha mostrado su disposición de llevar a cabo los anhelos de León y su universidad para tener su facultad». «Ya hemos pasado la fase de exigir, ahora estamos en la fase de la colaboración y tiene que haber consenso para modificar la oferta de grados y un plan viable antes de hablar de presupuestos», explicaba, al tiempo que apuntaba que votaría «sí» a la moción pero dejando constancia de su oposición a los motivos.
Tanto el concejal Vicente Canuria como el alcalde José Antonio Diez volvían a alertar de «los falsos artificios» de la Junta en este tema, recordando que «su no ha sido perenne todo este tiempo que se ha pedido, y qué mejor muestra de apoyo que dar dinero, que haya partidas presupuestarias». Diez, ante el temor de que en la próxima reunión del 2 de octubre el presidente «se lave las manos como Pilatos», pide que cesen «las falsedades» y «nos dejemos de paños calientes». «León tiene que defender sus intereses ante quien sea. Esta es una reivindicación histórica, hay un plan viable, hay docentes que pueden dar clase y Mañueco debe tomarse este asunto como algo personal y propio», concluía.
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