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rafael m. mañueco
Corresponsal en Moscú
Jueves, 17 de febrero 2022, 13:42
El Ejército ucraniano ha culpabilizado a las tropas rusas de perpetrar un ataque con artillería mientras los rebeldes separatistas de Lugansk denuncian disparos de las tropas de Kiev desplegadas al otro lado de la llamada «´línea de contacto». Mientras, el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, anunciaba ... que tras las actuales maniobras Rusia dejará parte de su material bélico en su país y reconocía que sus soldados replegados tardarían solamente un día en volver si fuera necesario.
Mientras, y por tercer día consecutivo, el Ministerio de Defensa ruso daba cuenta de la retirada de las tropas que tiene desplegadas junto a la frontera con Ucrania. Sin embargo, tales informaciones se intercalan en las últimas horas con otras de carácter realmente angustioso.
El departamento de prensa del «Centro de Operaciones de las Fuerzas Conjuntas» del Ejército ucraniano difundió este jueves a través de Facebook una nota asegurando que «las tropas rusas han atacado con artillería pesada la localidad de Stanitsa Luganska», situada junto a la «línea de contacto» o de separación de las partes contendientes y a escasos kilómetros de la frontera con Rusia. En la misma información se sostiene que «los proyectiles impactaron contra el edificio de una guardería infantil y dejaron la mitad del pueblo sin electricidad».
Crisis en Ucrania:
rafael m. mañueco
olatz hernández mercedes gallego
Por su parte, la «milicia popular» de la autoproclamada República Popular de Lugansk sostenía en un comunicado que «la situación en la línea de contacto se ha deteriorado significativamente (…) En las últimas horas se ha producido tres nuevos ataques del Ejercito ucraniano contra cinco poblaciones de Lugansk». Según la nota, las autoridades de la república se han dirigido a los observadores de la OSCE para que tomen nota de las violaciones del alto el fuego por parte de la Fuerzas Armadas de Kiev «a fin de evitar el derramamiento de sangre, ya que Kiev están intentando provocar una escalada del conflicto».
Yan Léshenko, el comandante en jefe de la milicia popular de Lugansk, declaró este jueves a la prensa rusa que Kiev «está preparando el envío a nuestra república de una unidad de saboteadores». Añadió que las informaciones facilitadas por la inteligencia «indican que el objetivo es la localidad de Pervomaisk», situada en la misma «línea de contacto». «Actualmente, se están tomando medidas para bloquear posibles accesos a ese área», dijo Léshenko.
A juicio del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, «la situación en Donbass se agrava. Las fuerzas ucranianas han desplegado allí un enorme potencial ofensivo», unos 120.000 soldados, según aseguran los separatistas prorrusos. Peskov afirmó también este jueves que «llevamos mucho tiempo advirtiendo del peligro que supone una concentración excesiva de tropas de Kiev junto a la línea de contacto».
En relación con las informaciones que aseguran que ahora la fecha para el inicio de la invasión de Ucrania será el 20 de febrero, el portavoz del Kremlin las calificó de «nueva falsificación». Advirtió también que la retirada de todas las tropas rusas involucradas en las maniobras militares junto a la frontera ucraniana «llevará tiempo». «El ministro de Defensa informó de que algunas fases de los ejercicios estaban tocando fin, y que los militares regresarán a sus bases poco a poco», insistió Peskov. Según sus palabras, «representantes de muchos países occidentales y de muchas organizaciones, incluida la OTAN, están perpetrando una agresión informativa sin ningún disimulo contra nuestro país y contra el estado real de las cosas».
Mientras, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que este jueves recibió en Moscú a su homólogo italiano, Luigi Di Maio, manifestó en compañía de éste que todo el ruido mundial sobre los planes de Rusia de atacar Ucrania «no tiene que ver con lo que sucede en el territorio de Rusia, sino que se produce en las mentes de los dirigentes y en los medios de comunicación, ante todo de Estados Unidos y el Reino Unido». «Todas las preguntas de cómo resolver lo que ellos denominan escalada, deben hacérselas a ellos», lanzo Lavrov a los periodistas, y acusó al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de estarse dedicando también a «amplificar los temores sobre esta cuestión».
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cree que «el pánico levantado por las declaraciones sobre la invasión de Rusia tienen un efecto negativo para Ucrania». En declaraciones a la publicación rusa RBK, Zelenski insistió en que necesita entrevistarse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, lo antes posible para dialogar sobre el conflicto y buscar una solución negociada. «Solemos solicitar un encuentro con Putin de vez en cuando (…) la última vez en este mismo mes», añadió para quejarse a continuación del nulo éxito que tienen sus demandas en el Kremlin.
Preguntado al respecto, Peskov confirmó que el líder ucraniano les ha propuesto «repetidamente» una cumbre, pero señaló de forma incompresible, teniendo en cuenta lo necesario del diálogo para rebajar la tensión y alejar el peligro de guerra, que «nunca dijo exactamente para qué» quiere ver al presidente ruso.
A tres días de la finalización de las maniobras militares conjuntas en Bielorrusia, que comenzaron el 10 de febrero, el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, anunció este jueves de repente que, según un acuerdo alcanzado entre Minsk y Moscú, «parte del material bélico ruso permanecerá en Bielorrusia tras el final de los ejercicios».
Al mismo tiempo, Lukashenko señalaba que «los militares de Bielorrusia y Rusia podrían regresar a sus acuartelamientos permanentes en un solo día, pero estarán en la república durante el tiempo que sea necesario», lo que significa admitir que 24 horas serían también suficientes para que los efectivos rusos replegados regresaran de nuevo a Bielorrusia, país que comparte un tramo significativo de frontera con Ucrania y desde donde algunos analistas sitúan una de las posibles ofensivas.
Tanto Moscú como Minsk han estado asegurando en los últimos días que, una vez terminadas las maniobras, las tropas rusas saldrán del país con destino a sus bases en Rusia. El presidente bielorruso dijo también que las tropas del país vecino podrían crear en Bielorrusia un centro de entrenamiento para el manejo de misiles 'Inkander', un arma de corto alcance capaz de portar carga nuclear.
Las autoridades de Rusia expulsó este jueves al número dos de la Embajada estadounidense en Moscú, Bart Gorman, en pleno aumento de la tensión en torno a Ucrania ante la amenaza de una posible invasión por parte de tropas rusas. Así lo confirmó el portavoz de la misión diplomática del país norteamericano, Jason Rebholz, en declaraciones a la agencia de noticias Sputnik.
«Rusia ha expulsado al jefe adjunto de la Embajada. Gorman era el segundo funcionario de mayor rango en la Embajada de Estados Unidos en Moscú después del embajador y un miembro clave de la dirección de la legación», señaló el portavoz.
Así, la propia Embajada trasladó que Washington califica la medida de «injustificada», dado que contaba con un visado de tres años y su estancia en el país no había excedido el plazo en cuestión. Además, aseguró que Estados Unidos «responderá» a estas acciones.
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