Biden pide «mantener la fe»

Optimismo y paciencia eran las dos peticiones del ex vicepresidente de Obama, que no ha sido capaz de dejar cao a Trump pero todavía cree que puede ser el próximo presidente de EE UU. «Sabíamos que esto iba a salir mal aunque quién iba a decir que iba a alargarse hasta mañana por la mañana o incluso más», contó, «pero de verdad, creo que estamos en camino de ganar».

El candidato atribuyó el retraso al voto por correo, depositado en un número sin precedentes, 64 millones de sufragios, que lejos de agilizar el proceso lo ha ralentizado porque obliga a cotejar las firmas, entre otras cosas. En unas elecciones tan cerradas podría ser decisivo si todo acaba decidiéndose por unos miles de votos. El demócrata ya había anticipado que no permitiría que Trump clamase victoria esa misma noche sin que se terminen de contar todos y cada uno de los votos. «No me corresponde a mi ni a Donald Trump declarar al ganador de estas elecciones», avisó.

Más información:

Trump aventaja a Biden a la espera de los 65 millones de votos por correo

mercedes gallego

Resultados ajustados en la composición del Senado

OLATZ HERNÁNDEZ

Mascarillas, covid y voto por correo masivo

A. aZPIROZ

Los medios estadounidenses destacan los «ajustados resultados» de unas elecciones «históricas»

OLATZ HERNÁNDEZ

El espectro de Bush vs Gore, la decisión del Supremo que decidió la presidencia en 2000, se paseaba ayer por los hogares estadounidenses con un agravante: Trump ha nombrado durante su mandato a tres de los nueve jueces del máximo tribunal. Otros tres son conservadores, lo que pone de parte del presidente a más de la mitad. El propio Trump sugirió el sábado que ganaría las elecciones el día 3 de noviembre o «poco, después, gracias Tribunal Supremo», dijo a sus seguidores en Pensilvania. El estado donde nació Biden es precisamente uno de los que quedan en el aire, aunque ahí cree que lo ganará.

Donde no estaban yendo las cosas «como esperábamos», admitió, es en Georgia. Allí su campaña había hecho una gran apuesta con los afroamericanos que no ha dado los frutos deseados. La apuesta por el movimiento Black Lives Matter tampoco le ha granjeado la victoria en Florida y falta ver si resultará en Carolina del Norte, Michigan y Pensilvania, los tres estados sin los cuales perderá la fe.