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Participantes de la liga leonesa de fubtolín. Sandra Santos

El otro fútbol en miniatura de los bares de León

La Liga leonesa de futbolín marca la agenda de 75 parejas de jugadores en la provincia y brinda la posibilidad de jugar otros campeonatos nacionales

Lunes, 9 de diciembre 2024, 09:14

León es tierra de muchas cosas. Tierra de embutido, de vinos, de historia, de monumentos... y de futbolín. Puede sonar raro. De hecho, suena raro. Pero sí. León juega, y mucho, al futbolín. Acoge torneos nacionales a lo largo y ancho de su provincia y una liga provincial que reúne ahora a más de 180 personas, pero que en su momento llegaron a ser 400.

En una avanzada tarde de diciembre, casi a punto de anochecer, la Casa de la Cultura de Villaquilambre acoge una de las partidas de la Liga leonesa. En el piso de arriba imparten una clase de baile con castañuelas; abajo, en el bar, están Pablo y 'Celes' echando una partida al futbolín de la Liga mientras otros vecinos del pueblo aprovechan para tomarse un refrigerio.

Varias ligas

El torneo regular lleva existiendo más de 17 años y tiene un objetivo claro: actuar de trampolín para los campeonatos nacionales. Se basa en una liga por grupos con cabezas de serie realizados en función bien de clasificaciones de años anteriores bien del nivel de los jugadores: «Lo hacemos así para que todo el mundo tenga la posibilidad de ganar un premio, así la gente de nivel compiten entre sí y la gente de segunda, tercera y amateurs pelean por otros premios». Sin embargo, en la ligas que se realizan por la provincia todos juegan contra todos.

El billete hacia otros torneos de mayor calado se obtiene fácilmente: si participas en esta liga, la inscripción para otros campeonatos es gratuita, que es otro de los objetivos y premios de la liga para los ganadores. «No hay premios económicos como tal, la nuestra es en puntos para inscripciones en otros torneos, nosotros lo que buscamos es que continúen y no participen un año y al siguiente si te he visto no me acuerdo», señala.

El fubtolín en León «estaba muerto»

En 2007 no había nada del mundillo del futbolín, «Estaba muerto», dice Pablo en referencia al poco movimiento que por entonces había. «Fue subiendo poco a poco y la competencia llega cuando empieza a aumentar el número de parejas», explica. Buscan seriedad, que la gente «se comprometa» con la liga y hacer del torneo una competición respetada: «El futbolín se ve ve como una diversión y al final hay gente que no se lo toma en serio, tú vas al pádel y te lo tomas en serio, el fútbol lo mismo, pues aquí queremos que sea así».

El motivo de la creación de la liga fue simple: la pasión de Pablo por el futbolín. Lleva 26 años jugando y en 2007 le picó el gusanillo por «mover ese tema» en León. «Nos gustaba mucho jugar y yo cuando llegué a León desde mi pueblo vi que casi no había torneos, sólo en algún bar, y dices pues vamos a potenciar un poco esto», recalca. Y lo hizo. «Ahora hay un futbolín por cada tres o cuatro bares», dice.

75 parejas

Actualmente son 75 las parejas que participan en la liga regular en toda la provincia. Desde la dirección de la competición saben que para dinamizar y facilitar que la gente juegue tienen que dar banda ancha, de ahí que sean permisivos con los horarios y los locales donde juegan, sobre todo en El Bierzo y otros pueblos alejados de León capital. «Buscamos que la gente tenga facilidad para jugar en su local habitual y que el dueño del bar tenga a sus clientes habituales», comenta Pablo explicando que tienen una aplicación mediante la que se coordinan subiendo los resultados de cada partido.

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«Jugaría ocho horas al día»

Con una camiseta extravagante, pero que le define a la perfección, estaba Sergio Domínguez, «más conocido como Celes en los torneos de futbolín». Una prenda con un diseño atractivo de la Liga Nacional de Futbolín, que en el año 2020 se jugó en La Bañeza y trajo a León a más de 400 jugadores de toda España. La historia de Celes es curiosa: comenzó a jugar de fiesta y, como le ganaron en todas las partidas, volvió semanalmente hasta empezar a ganar e inscribirse en torneos.

«Desde que empecé me lo tomé como un deporte, si me diera para vivir me echaba ocho horas al día, como una jornada laboral», resalta entre risas. «El primer año que empecé a jugar jugaba cuatro horas diarias, jugaba yo solo, me tapaba las porterías y practicaba», cuenta Celes, que desde 2017 compite en torneos por toda España.

Lo que puede ser una partida entre amigos se puede convertir en una pasión. Así llegan al futbolín la mayoría de sus jugadores: entre risas, bromas y apuestas. En la Liga Leonesa, sin embargo, buscan seriedad y compromiso. No hacen las cosas nada mal, por sus listas han pasado campeones mundiales y en la provincia se realizan torneos anuales de gran relevancia en toda España.

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