Entrenamiento de mushing en León. Sandra Santos

Una carrera con el mejor amigo

La disciplina del mushing sigue creciendo en la provincia de León como un deporte dinámico en el que el humano comparte práctica con el perro en cuyo fin está «velar por la seguridad» del animal

Viernes, 22 de noviembre 2024

A falta de nieve, buenas son las pistas de la Candamia. El nuevo clima obliga a reinventarse y más si se trata de un deporte propiamente del invierno. El mushing sigue buscando su espacio en León y cada vez son más los que se atreven con esta disciplina.

Publicidad

Francisco Criado y Diego Quintana son dos de leoneses que forman parte de este aún pequeño grupo de deportistas que practican mushing en León. La disciplina cuenta con dos clubes: Mushing León y Montaña Oriental de León, ambos aún activos en la provincia.

Fran estuvo hace unas semanas en el mundial y ya es todo un veterano del mushing en León. Por ello da las claves para disfrutar d este deporte. «Lo primero que tienes que tener es un perro que disfrute. Que le guste el perro, que haya un vínculo, seguridad y tener en cuenta la salud del perro, que es el que te va a acompañar, y velar por su seguridad».

Casi todos los que empiezan en esta disciplina lo hacen porque tienen un perro en casa. El deporte ha evolucionado ahora hacia perros más específicos, cruces entre perros de caza y perros nórdicos, para buscar «líneas de trabajo más específicas». En el caso de Fran, él tiene cuatro: Faisa, un carea macho ya jubilado -los perros pueden competir entre los 18 meses y los 10 años-; Tuca y Jaspy, dos bracos; y la greyster Vesta.

Los entrenamientos los realizan en La Aldea de la Valdoncina, en el Monte San Isidro, en Puente Castro o en La Candamia. «Buscamos circuitos ya marcados para entrenar», que tienen como característica principal ser de tierra para evitar el asfalto a los perros, además de buscar ambiente de temperatura y humedad adecuadas. Para la práctica solo se necesita un arnés que deje libres los hombros, la línea de tiro y el cinto.

Publicidad

Existen tres modalidades para esta práctica. El canicross, que no requiere de elemento tractor, y el patín y el bykejoring. Fran hace las dos últimas. Con el patín, que se puede hacer con dos perros, la única diferencia es la línea de tiro doble y una cuerda de collar a collar de cada perro. Mientras que la de bici es más rápida y permite ayudar más al can.

La otra técnica se realiza con un único perro y solo requiere ropa adecuada y arnés de tiro que facilite la labor al animal. Para Diego y Jasper es la tercera temporada en esto del mushing. «Hacemos una disciplina 'monodog', con un solo perro, y no se necesita vehículo». Ellos trabajan con un arnés-cinturón que va a la cintura y que le une con el perro mediante una línea de tiro elástica que permite amortiguar los impactos en la espalda de ambos.

Publicidad

Para una buena carrera es fundamental tener siempre el control del can durante los 5 kilómetros de trazado de cada prueba. «Hay que mantener la velocidad y la concentración constante en el perro porque le lastramos mucho. Sea cual sea la velocidad que lleves, en canicross siempre lastras al perro». En carrera pueden mantener velocidades de 3 minutos y 40 segundos por kilómetro con un border collie, especie no específica para el mushing.

Noticia relacionada

Ya sea por tierra o por nieve -esto último cada vez menos habitual-, esta disciplina marca siempre las pautas para garantizar la seguridad del perro, incluyendo condiciones climatológicas de menos de 21 grados para su práctica.

Publicidad

La alianza entre humano y can y la belleza en la carrera compartida permiten al mushing, poco a poco, ir teniendo más referencias en una provincia apta para ello.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad