Mireya y María en el desfile de inauguración.
Ceremonia de inauguración

Una leonesa, entre la delegación española que desfiló por el Sena

La delegación ocupó junto a Estonia el trimarán Pierre Bellon y soportó con alegría la intensa lluvia que les acompañó todo el trayecto

I. S.

León

Sábado, 27 de julio 2024, 11:20

A bordo de la vigesimoquinta embarcación desfiló España en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, con el piragüista Marcus Cooper y la regatista Tamara Echegoyen como abanderados.

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En un barco lleno de chaquetas rojas, los atletas han saltado y celebrado su entrada en la gran cita olímpica mientras agitaban las banderas de España. Poco se les pudo ver en televisión para reconocer a cada uno de los deportistas que surcaban el Sena, pero las redes sociales han ayudado en este sentico.

En el navío no estaban los 383 atletas españoles que buscarán una medalla en estos Juegos Olímpicos. La selección española femenina de fútbol, La Familia, que ha organizado su propio desfile en Lille, o Carlos Alcaraz y Rafa Nadal fueron algunas de las ausencias más destacadas. El mallorquín sigió el paso de los barcos de las delegaciones desde un balcón con vistas al Sena. No se subió al barco del equipo español, reservándose para su participación en la embarcación de las leyendas internacionales.

Presencia leonesa

Pero entre todos ellos, había representación leonesa. Mireya González no quiso perderse, en compañía de las guerreras, la opción de participar en el desfile inaugural de los Juegos Olímpicos de Paris 2024.

La joven leonesa difundió algunas de las imágenes en sus redes sociales en compañía de su compañera de equipo, la zamorana Maria Prieto O'Mullony.

Hubo cierto descontrol en la aparición de los deportistas en el escenario principal, donde se mezclaban unos y otros sin que nadie les dijese dónde colocarse. Una decena de españoles llegó junto a miembros de Bélgica, Alemania o Argentina bastante antes de lo previsto. Al rato, desaparecieron. La mayoría de los deportistas decidió emprender un viaje apresurado a la Villa Olímpica antes de permanecer otra hora larga más aguantando bajo la lluvia mientras continuaba la ceremonia.

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