La Deportiva no conseguir salir de su pesadilla

Con el ánimo de recuperar el terreno perdido ante los dos primeros clasificados, la Deportiva regresó a El Toralín con el propósito de maniatar al Sabadell y someter al cuadro arlequinado. La idea era hacerlo con posesiones y circulaciones largas, de lado a lado, que pudieran minar la resistencia catalana.

Así lo hizo la Deportiva, pero el Sabadell enseñaba las garras. Héber Pena, en una contra, tuvo una clara ocasión en la que Pascanu sacó su disparo, aunque parecía que se iba fuera, a puerta vacía. En ese córner concedido, llegó el tanto sabadellense, con un envío al segundo palo que Juan Ibiza cabeceó a gol.

Buscó reaccionar el cuadro dirigido por Jon Pérez Bolo y Ríos Reina la tuvo, con una internada por banda que acabó con un disparo del lateral sevillano que Ian Mackay, que volvió al lugar donde es leyenda, envió a córner. En la jugada siguiente, Stoickhov respondió y tuvo en sus botas el segundo para el Sabadell.

Estos minutos de cierta locura y alternancia en las ocasiones se terminaron. El partido pasó a ser un encuentro controlado, pero en el que la Deportiva no lograba darle un ritmo alto que desbaratase las líneas arlequinadas ni creara ocasiones.

Solo las entradas por banda, el punto débil de este Sabadell, generaban cierta inquietud en el cuadro catalán que, sin embargo, se mostraba cómodo con el resultado a favor y una Deportiva que no encontraba el camino hacia la meta de Mackay.

En la reanudación, Bolo intentó tocar alguna tecla diferente con la entrada de Kaxe en lugar de Curro, con la intención de ser más poderosos en el área y poder aprovechar esas jugadas a balón parado que sí había logrado generar.

Pero lo que se encontró la Deportiva fue otro gol en contra. Un balón largo al que no pudo llegar Édgar acabó siendo el pasaporte para el tanto de Sotichkov. El delantero gaditano, tras un error de Pascanu, que no logró despejar ese envío, se quedó solo ante Caro, al que batió picando la pelota y colocando mucho más peso a la losa de los blanquiazules.

Pudo reaccionar el conjunto berciano con un centro de Doncel al segundo palo donde Yuri remató demasiado alto. Pero fue una especie de canto de cisne o el preludio de la sentencia sabadellense. A la contra, Óscar Rubio peleó un balón hasta el final, hasta la línea de fondo, para dar un pase atrás que Édgar sólo tuvo que empujar para colocar el 0-3.

El partido quedaba visto para sentencia, pero sólo una gran revolución podía hacer que el deselance cambiase. Con un triple cambio, Bolo trató de 'mover el árbol' o refrescar, especialmente a nivel mental, a un equipo hundido por el marcador y las nulas opciones de encontrar las debilidades del Sabadell.

Por orgullo y corazón, la Deportiva buscó el tanto hasta el final. Rondó el área sabadellense en el tramo final del encuentro con acercamientos liderados, especialmente, por Pablo Valcarce, pero la más clara la tuvo Saúl Crespo con un testarazo que se estrelló en el larguero.

Fue Ian Mackay quien negó en los últimos minutos el honor a la Deportiva de irse con algún gol en el marcador. Una gran intervención a remate de Juergen y otra a un cabezazo de Dani Romera fueron la aportación del meta gallego en un estadio donde vivió grandes tardes.

La Deportiva, por lo tanto, se encontró con un muro en estos minutos finales que le impidió abrir un resquicio a la esperanza y cosechó su tercera derrota consecutiva y la tercera, además, ante un recién ascendido. Los de Bolo siguen inmersos de una mala dinámica de la que esperan poder salir el jueves en Alcorcón.