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Por primera vez en la temporada, la Deportiva podría acabar la jornada fuera de los puestos de playoff. Los bercianos, en un partido mucho más ajustado de lo que indica el marcador, cayeron ante el Girona (3-0), que supera en la tabla a los ... de Bolo y, si el Cartagena gana este domingo a Las Palmas en Cartagonova, sacaría a los ponferradinos de las seis primeras plazas.
Girona FC
Juan Carlos; Arnau, Bernardo, Santi Bueno, Juanpe, Jairo (Juncá, mi. 62); Pol Lozano, Borja García (Kebe, min. 76), Samu Sáiz (Iván Martín, min. 67); Baena, Stuani (Nahuel Bustos, min. 67)
3
-
0
SD Ponferradina
Amir; Iván Rodríguez, Pascanu, Amo, Ríos Reina; Paul Antón (Erik Morán, min. 57), Agus Medina (Baeza, min. 78), Naranjo (Juan Hernández, min. 57), Saverio (Yuri, min. 78); Espiau, Enrich (Zalazar, min. 84)
Goles 1-0, min. 19, Samu Sáiz. 2-0, min. 75, Juanpe. 3-0, min. 80, Juncá.
Árbitro Sánchez López (Colegio Murciano). Mostró amarilla a Stuani por parte del Girona y a Amo, Yuri y a Erik Morán por parte de la Deportiva
Incidencias Estadio de Montilivi. 26ª jornada de LaLiga SmartBank.
Con un once con varias rotaciones y dos hombres en punta, Enrich Espiau, Bolo buscó superar a un Girona que, con su esquema habitual de tres centrales, apostó por la solidez atrás para que sus hombres de ataque, habilidosos y con gol, resolvieran el partido.
Los bercianos salieron con la clara idea de apretar en la salida de balón local y ser verticales en ataque, con las bandas como gran 'autopista' hacia el peligro. Los primeros compases de choque fueron igualados, con una intensa batalla por el balón en el centro del campo que, poco a poco, fueron ganando los de Bolo.
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Dani González
Los dos equipos enviaron sus primeros avisos. Saverio, con un disparo desviado y Ríos Reina, con un libre directo que atrapó Juan Carlos, fueron la 'amenaza' berciana respondida por una ocasión clara de Stuani que frustró Amo pese a que fue anulada por fuera de juego.
La igualdad era patente y la competitividad, máxima. Las dos defensas estaban mostrando un gran nivel, evitando las potencialidades del rival y frenando así los planes ofensivos de Bolo y Míchel.
Pero el Girona encontró el camino al gol. Sus dos jugadores más determinantes se aliaron para hacer bueno un envío largo de Santi Bueno que Stuani, de espuela, convirtió en una asistencia para Samu Sáiz, que entró por el centro de la defensa berciana para batir, con calidad, a Amir.
La Deportiva, en el ecuador de la primera mitad, tenía que reponerse. Los de Bolo se fueron levantando del golpe poco a poco, ya que el gol local llegó en un momento de crecimiento ponferradino, con más balón y una idea clara de enviar balones largos para que Enrich y Espiau ganaran los duelos aéreos y hubiera opciones de segunda jugada.
Las llegadas blanquiazules - hoy negras - se fueron sucediendo, especialmente por la banda izquierda donde Ríos Reina se incorporó mucho al ataque con Saverio siempre muy atrevido. Pero la defensa catalana, muy ordenada, no daba opciones de remate.
El primer gran aviso lo dio Espiau. El canario controló con mucha clase un preciso pase largo de Agus Medina y, con la puntera, remató al poste. Fue el primer gran susto para el Girona, que respondió con un chut de Stuani que atrapó Amir.
El crecimiento blanquiazul era evidente y, pese al poderío aéreo de la defensa gerundense, la Deportiva se empezó a hacer fuerte en esta suerte, con Enrich generando problemas cayendo a las bandas y rompiendo el status quo de la zaga local.
El menorquí, de hecho, fue el encargado de generar la segunda gran ocasión de los bercianos que, de nuevo, fue rematada por Espiau. Enrich envió un gran centro que el isleño, suspedido en el aire, cabeceó al larguero, igualando, o superando, los méritos para marcar que había puesto ya sobre la mesa el Girona.
Con estas dos grandes ocasiones, el partido se fue al descanso, con la sensación en la Deportiva de que el resultado era demasiado cruel para lo visto sobre el césped pero con la prueba empírica de que tenía argumentos para pensar en dar la vuelta al choque.
La Deportiva salió con ese ánimo propositivo en la segunda mitad y la clara idea de ir a por el empate. No se arrugó el cuadro berciano ante un rival en racha, con el marcador a favor y con numerosos elementos para generar peligro en ataque.
Pese a ello, el cuadro blanquiazul no logró acercamientos claros al área de Juan Carlos en estos primeros minutos de la reanudación donde el Girona trató de controlar el esperado alto ritmo de los de Bolo.
La Deportiva dio entrada a Erik Morán y al debutante Juan Hernández, que dieron un plus de calidad y verticalidad al equipo berciano, que tuvo dos acercamientos peligrosos finalizados por Ríos Reina - que lo estrelló en un compañero - y Agus Medina - que se fue fuera -.
Pero el partido se enfrió, perdió esa viveza y ese ida y vuelta que tanto gusta a Bolo cuando tiene que revolucionar el encuentro. El choque caminaba, lentamente pero sin descanso, hacia un escenario de menores revoluciones que interesaba a un Girona que quería mantener el orden en defensa, que la Deportiva no le pillase descolocado y que no diera opciones a los blanquiazules.
El choque pasó a jugarse en el campo del Girona, que retiró a Stuani para dar entrada a Nahuel Bustos en busca de un contragolpe que cerrase el partido. Con más acumulación de hombres y más futbolistas en el entorno del área catalana, el peligro era una constante, aunque era más una sensación que un hecho.
Enrich la tuvo, con un remate al lateral de la red, y poco después, tras un centro-chut de Ríos Reina, la tuvo tras una llegada de Espiau a la que se le anticipó uno de los defensas locales. Por coraje y actitud no iba a ser, pero el Girona era experto en protger el marcador en estas situaciones, más aún cuando la victoria tenía un valor fundamental para los rojiblancos.
Pero todo esto quedó aguado con el segundo gol del Girona. El conjunto catalán, muy fuerte en el juego áereo, hizo el segundo tras un córner en el que un despeje no del todo bueno de Amo acabó en los dominios de Juanpe que, con un potente cabezazo, puso el 2-0 y dejó el choque casi cerrado.
Por si hubiera dudas, Juncá sentenció el choque con un potente disparo que hizo un extraño a un Amir poco afortunado al que se le escurrió el balón entre las manos y que colocó el 3-0, un resultado excesivo para lo visto sobre el campo y que ponía al Girona por delante de la Deportiva.
El partido murió en ese instante, con una Deportiva que no tenía opción de levantar la cabeza y rebelarse, sin tiempo ni fuerza anímica para ello ante un Girona que, conforme con el resultado, jugó con el tiempo y el balón para tener un final plácido en el que saborear la victoria.
Ahora, la Deportiva mirará de reojo el Cartagena-Las Palmas de este domingo para saber si acaban la jornada o no en puestos de playoff antes de afrontar, el próximo lunes, el choque ante la Real Sociedad B en El Toralín. En el día de San Valentín intentarán reconciliarse con una victoria escurridiza en las últimas dos semanas.
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