Espiau rescata a la Deportiva de la trampa del Amorebieta

El Amorebieta entregó desde el inicio del partido la iniciativa del mismo a la Deportiva que, con una doble punta formada por Yuri y Enrich y Ojeda y Agus Medina en banda, tenía el objetivo de encontrar huecos en la sólida defensa zornotzarra.

El conjunto berciano mandó desde el inicio, teniendo la pelota y buscando el modo de adentrarse en el área rival, superando una defensa rival muy poblada, con tres centrales que no abandonaban nunca su posición, siempre apoyados por los carrileros y los mediocentros.

El Amorebieta tenía clara su idea, cerrando cualquier puerta a los blanquiazules y saliendo, con ataques rápidos, a la contra, donde Guruceta, en estado de gracia - llegaba tras marcar tres goles en las últimas dos jornadas -, era su gran amenaza.

El partido estaba en un impás que era el planeado por los vizcaínos: la Deportiva tenía el balón pero no había ocasiones, puesto que los espacios se reducían a la nada en tres cuartos de campo y el conjunto berciano no lograba conectar con cierta claridad con Yuri ni Enrich.

La sensación es que el Amorebieta estaba infinitamente más cómodo que el conjunto ponferradino, pese a que apenas se habían acercado al marco de Amir. Algún disparo lejano, como los que dispusieron Guruceta y Larrazabal, fueron todo su arsenal ofensivo mostrado en la primera media hora de juego.

Poco a poco, la Deportiva parecía mejorar y sobreponerse al plan de partido de Íñigo Vélez y el conjunto vasco, que estaba ejerciendo una intensa vigilancia sobre Erik Morán y Agus Medina que reducía la claridad en el pase blanquiazul. Este último, el catalán, tuvo la única ocasión berciana en la primera mitad con un disparo ajustado desde la frontal que se fue fuera.

Justo antes del descanso, llegó el gol zornotzarra. Larrazabal envió un gran centro lateral que Guruceta, de dulce, cabeceó ante la salida en falso de Amir para adelantar al Amorebieta. Tras la revisión del VAR, el tanto subió al marcador y la Deportiva se fue al descanso por detrás en el marcador.

No fue mejor la salida de vestuarios de la Deportiva que, en la primera acción, sufrió y estuvo cerca de encajar el segundo en una falta en la que Amir no estuvo acertado, se le escapó el balón de las manos y Pascanu sacó bajo palos el remate de Guruceta, que quería prolongar su buen momento.

Respondió el cuadro berciano, también a balón parado, con un centro pasado que Ojeda mete de nuevo en el área y donde la defensa vizcaína, al excelso nivel de atención de todo el partido, despejó.

Se mostró más ofensiva la Deportiva en esta segunda mitad, llegando más al área rival, pero los bercianos sólo lograban generar cierto peligro a balón parado. En otro centro lateral, Enrich peinó un servicio de Erik Morán, pero el remate se fue alto.

Lo cierto es que el conjunto berciano fue creciendo el ritmo de circulación y en dominio con el paso de los minutos, algo que se incrementó con la entrada de Cristian, que dio una marcha más a la iniciativa berciana y, además, dispuso de una clara ocasión con un libre directo que casi sorprende al meta zornotzarra Unai Marino.

Los méritos blanquiazules para empatar eran cada vez mayores. Los balones colgados al área, que se multiplicaron con la entrada de Espiau al equipo, y las llegadas a las cercanías del área vasca se comenzaron a hacer habituales mientras que el Amorebieta, al contragolpe, quería sentenciar. Obi, tras un gran centro de Seguín, pudo hacerlo, pero se encontró con las manos de Amir.

Siguió empujando la Deportiva, adelantando a sus dos laterales para dar más cantidad a sus ofensivas en busca de ese anhelado gol del empate que no llegaba ante una ordenada y eficaz defensa zornotzarra.

Todo ese ímpetu tuvo su premio en el tramo final del encuentro. Espiau, que estaba comenzando a dominar el juego aéreo en el área rival, cabeceó un gran envío de Cristian para, en el minuto 80, igualar el encuentro y dar recompensa al corazón blanquiazul.

Los de Bolo entraron, en ese momento, en un mar de dudas, internos en la disyuntiva entre ser conservadores y amarrar el punto o irse a por la victoria. En ese impás, el Amorebieta 'despertó' a los bercianos con un disparo de Unzueta que se estrelló en el poste, tratando de aprovechar este momento de reflexión en los locales.

Es más, el Amorebieta la volvió a tener, en las botas de Olaetxea, mostrando también la ambición de los zortnotzarrras en los minutos más entretenidos del choque, con el partido totalmente roto.

La última del encuentro fue para Agus Medina, con otro disparo que se fue rozando el poste en un choque donde la Deportiva se encontró una resistencia estoica y un planteamiento muy complicado de superar pero, pese a lo cual, pudo rehacerse para sumar un empate y encarar la Navidad con la ilusión intacta.