La Deportiva se lleva un punto de Butarque tras una tarde gris

El equipo sigue sin perder y suma un nuevo punto lejos de El Toralín en un encuentro ante un equipo en línea ascendente.

La Deportiva sabe vivir y, sobre todo, sobrevivir. El conjunto berciano le cedió el dominio al Leganés, que contó con varias ocasiones para ponerse por delante.

El primer susto para Bolo se lo dio Arnaiz. El jugador del Leganés se marchaba sin marcaje por la banda izquierda y fue derribado, muy cerca del área, por Morán. El futbolista vasco vio la amarilla y suspiró ya que la infracción no fue penalti por poco.

Agus Medina replicó la intentona pepinera por el mismo costado, con una gran zancada que dejó atrás a dos contrarios. Su peligroso centro al área se marchó desviado.

Jon Pérez Bolo movió su banquillo después de que uno de sus futbolistas más utilizados, Naranjo, se viese obligado a retirarse por una lesión. El otro jugador 'tocado', Dani Ojeda, entraría por el andaluz.

La presión alta del Leganés bien pudo salirle cara a la Ponferradina. Primero, por los apuros que pasó Amir tras un mal despeje - propiciado por esta estrategia de los locales - que casi se convierte en gol después de que Naim conectase un disparo lejano que obligó al iraní a tirar de puños.

Más tarde, la situación se repitió con otra pérdida en campo propio que casi permite al propio Naim sellar el primer tanto.

Y, una vez más, en pleno asedio, la Deportiva golpeó primero. Dani Ojeda logró filtrar un pase a la espalda de la defensa madrileña que dejó a los dos arietes solos frente a Riesgo. Enrich sólo tuvo que ceder amablemente el esférico a Yuri para que el brasileño anotara el primer tanto.

El Leganés trató de reaccionar con pases verticales a la espalda de los centrales de la Deportiva. Varios de ellos obligaron a Amir a salir rápidamente de su marco para despejar el peligro.

Quintillà le dio la vuelta a la situación, comenzado el segundo tiempo, con una volea que logró empatar el encuentro. El futbolista catalán recogió un centro pasado del otro lateral del Leganés, Palencia, que hizo estallar a Butarque.

Bolo no tardó en reaccionar al tanto del empate y movió su banquillo con dos cambios. Yuri y Erik Morán dejaron su sitio a Zalazar y Paul Anton.

Los movimientos, también reproducidos en el conjunto blanquiazul, no se materializaron en ocasiones de gol hasta bien entrada la segunda mitad. Yoel Barcenas contó con una buena opción al contragolpe pero, de nuevo, Amir se vio obligado a salir lejos de sus dominios para despejar el peligro.

Yoel Bárcenas y Randjelovic, dos de los jugadores que entraron desde el banco local, aportaron más fluidez que los cambios de una Deportiva que esperaba agazapada su oportunidad para ponerse por delante. El contragolpe fue la principal arma de los pepineros, que no llegaban con acierto a la meta de Amir.

Ya en el descuento, la Ponferradina tuvo una ocasión clara en las botas de casi medio equipo. Un libre directo permitió al equipo tener una ocasión en el área chica. Entre un barullo de piernas, Enrich, Medina, y varios jugadores más intentaron introducir el balón dentro de la portería de Riesgo.

Un cambalache de disparos, patadas y golpes que se saldó con tres amarillas. Este final de infarto, de lo poco reseñable en ambas áreas tras el gol del Leganés, sirvió de cierre para un encuentro en el que la Deportiva cierra su racha de victorias pero, paso a paso, suma puntos de cara a objetivos más ambiciosos.