Borrar
Vinicius celebra la acción que decantó el partido ante el Sevilla. Cristina Quicler (Afp)
El Madrid refuerza su argumentario para el juicio final de la Champions
Análisis

El Madrid refuerza su argumentario para el juicio final de la Champions

Los blancos, solventes de nuevo en otra cita de altura, recuperaron el espíritu gremial contra el Sevilla, pero tendrán su prueba suprema ante el Borussia Mönchengladbach

Óscar Bellot

Madrid

Domingo, 6 de diciembre 2020, 18:34

El Real Madrid salió triunfante en el Ramón Sánchez-Pizjuán de otra cita de altura, como ya hiciera antes en el Camp Nou y en San Siro, y reforzó su alegato para el juicio final que afrontará el miércoles en la Champions ante ... el Borussia Mönchengladbach, prueba suprema de la que puede depender la continuidad o no de Zinedine Zidane como rector del conjunto de Chamartín.

Anémicos en catas contra rivales de inferior rango como el Cádiz, el Shakhtar Donetsk o el Alavés, los blancos recuperaron sin embargo frente al Sevilla ese espíritu gremial que les catapultó al título de Liga el curso pasado tras el confinamiento por el coronavirus y demostraron que no hay mejor estímulo para su orgullo que la cercanía del patíbulo, pese a que la irregularidad que vienen mostrando desde que comenzara la temporada obliga a ser cautos con el diagnóstico.

«Han sido complicados los últimos días y es un equipo que tiene carácter, que quiere siempre los retos y esta victoria es muy importante para lo que viene ahora», incidió Zidane al término de un choque en el que sus pupilos, a falta de brillantez, tiraron de oficio para doblegar a un siempre competitivo Sevilla al que cortocircuitaron en el primer tiempo y frente al que supieron resistir juntando líneas en el segundo para terminar llevándose el triunfo en una acción que coronó la fe inquebrantable de Vinicius. El brasileño, de regreso al once inicial cinco partidos después de su última aparición como titular, fue el encargado de aportar la agitación necesaria a una escuadra que compensó su falta de pegada con un ejercicio mancomunado de sacrificio defensivo que le permitió dejar su portería a cero en Liga por primera vez en dos meses.

Un dato alentador para un equipo que había perdido la solidez de la que hizo gala el curso anterior pero que en el recinto hispalense volvió a sacar la cara por su técnico en tiempos convulsos y regresó a los principios por los que ha de regirse en tiempos de carestía ofensiva: orden, concentración, solidaridad, unión y esfuerzo para minimizar errores a la espera de que lleguen las oportunidades propicias para maximizar sus recursos en ataque.

Determinante en este sentido fue la vuelta de Casemiro, que aportó equilibrio a la medular y liberó la versión más creativa de Modric y Kroos, notables en el pase y comprometidos en el robo. El croata reivindica su renovación con cada aparición en el césped, sin que le pase factura a sus 35 años el elevado kilometraje que acumula, con un 88% de los minutos disputados en el último mes. También resultó crucial la solvencia de la dupla de centrales, en la que destacó especialmente Nacho, que contabiliza ya casi los mismos minutos (673) que en toda la campaña anterior. Las bajas han dado protagonismo al canterano, cuyo sentido de la anticipación y garra colocan por encima de Militao en la rotación.

Pese a ello, Zidane recibe con alborozo el retorno de Sergio Ramos, al que protegió de la visita a Sevilla para que lidere la conjura del miércoles en la Champions. Parece difícil que el técnico recupere también a Carvajal, que trabajó este domingo en solitario en la primera sesión preparatoria del pleito frente al Mönchengladbach, signo de que aún no está plenamente restablecido del problema muscular en el aductor corto derecho que le ha impedido jugar desde el desplazamiento a Milán, si bien Lucas Vázquez demostró de nuevo en el Pizjuán que es una solución de plenas garantías en el lateral si el diestro de Leganés no llega a tiempo.

Vinicius pide paso

Para la cita con los 'potros' de Marco Rose pidió sitio Vinicius, al que la enésima ausencia de Hazard ha vuelto a conceder una ocasión para reclamar minutos de calidad. Los chisporroteos del carioca son un buen antídoto contra la previsibilidad de los ataques en que incurre con cierta frecuencia el Real Madrid. Contra el Sevilla completó cinco regates de ocho intentos, su mejor registro de la temporada. Le falta regularidad, algo lógico teniendo en cuenta su edad y la discontinuidad de sus apariciones, además de finura en la toma de decisiones, pero su entrega es encomiable y aporta vitalidad y frescura a un tridente que sigue adoleciendo de falta de colmillo.

Benzema no ha vuelto a marcar desde que cayera lesionado frente al Valencia, aunque en el feudo del Sevilla volvió a demostrar su condición de vector ofensivo articulando la jugada que decantó el partido. Precisará de una buena versión del lionés de nuevo el Real Madrid para estar en octavos de la Champions, listón indispensable para diluir la amenaza de la guillotina que sigue pendiendo sobre Zidane, ese escapista que siempre se crece cuando camina sobre la cornisa.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias El Madrid refuerza su argumentario para el juicio final de la Champions