Año nuevo y el Messi de siempre

Tras esa emotiva aparición televisiva, acompañada de unas vacaciones navideñas prolongadas en Rosario (Argentina) con la excusa de una dolorosa, aunque poco preocupante, lesión en el tobillo, Messi no jugó ante el Eibar (1-1) en un Camp Nou en el que sí estuvo como compañero sentado en la grada al estar 'tocado'. Y ahora, en el primer partido del Barça en enero de 2021, en Huesca, Messi vuelve al césped para intentar su calidad al tiempo que inicia su cuenta atrás. Solo él sabe realmente lo que hará. Y puede que ni eso... Quien se queda en el banquillo en El Alcoraz es Antoine Griezmann.

El regreso de Messi es la buena noticia en el Barça, al igual que el alta de Jordi Alba tras su sanción, mientras que la peor es la operación de Coutinho de la rodilla izquierda, con tres meses en la enfermería al lado de otras bajas conocidas como Ansu Fati, Piqué y Sergi Roberto. Umtiti, con problemas estomacales, tampoco viajará en la expedición de carretera con dos autocares a la localidad aragonesa.

«Messi se encuentra bien, no tiene molestias en el tobillo. Está preparado y es importante para nosotros», explicó Koeman, sin prisas sobre el futuro de Messi. «Hay que ver su situación. Hizo la entrevista y dijo que no tiene tomada ninguna decisión. Hay que respetarlo. Cualquier jugador que acaba contrato es libre para decidir. Es un jugador que siempre va a demostrar que quiere lo mejor para el equipo. No es un problema que no se defina ya. Hay que respetar su decisión», explicó Koeman.

El Huesca afronta el partido como colista ficticio porque su fútbol es mucho mejor que sus resultados. Con temperaturas bajo cero intentará hurgar en la herida del Barça. Michel, su entrenador, apuntó: «Hay pequeños detalles que nos hacen mucho daño en esta categoría y no los estamos controlando bien. El máximo responsable soy yo porque el equipo juega a lo que yo quiero. Tengo que buscar soluciones ante estas situaciones que, a veces, nos hacen mucho daño». Borja García, confinado, se une a las bajas de Valero y Maffeo.

El partido ante el Huesca tenía todos los ingredientes necesarios para convertirse en un nuevo borrón en la hoja de cuentas del Barcelona: un rival en situación crítica que se encierra en su área, a domicilio, una enfermería que no deja de sumar pacientes, la resaca del nefasto fin de año. Sin embargo, el Barça se presentó en 2021, un ejercicio clave para los venideros, con

Porque la clasificación, que no engaña, refleja que el Barcelona pelea por entrar en Champions -es quinto a un punto, con un partido menos que el Villarreal, cuarto- y que la Liga es una utopía -a 10 puntos del Atlético, con un partido más-. Y el marcador, que tampoco engaña, arroja un triste 0-1 en El Alcoraz frente al Huesca, el último de la tabla, cuando

A falta de presupuesto, los 'fichajes' del Barcelona tienen que aparecer en la propia plantilla.

No serían las únicas oportunidades claras del lado visitante. Braithwaite lo intentaba a la media vuelta y

El Huesca no varió su plan inicial de repliegue y aguantar ni tras el 0-1 ni tras el descanso. Las ocasiones en contra le llovían sin acierto. Lo mismo daba Messi que Dembélé. A balón parado, por fin Rafa Mir inquietó a Ter Stegen con un taconazo en el área pequeña que el alemán detuvo con seguridad. Pero corría el reloj y el 0-1 no se movía.

Los fantasmas del equipo de Koeman se aparecieron cuando el partido agonizaba. En esas ya había saltado al campo Griezmann, pero como si nada. Es otro de los 'fichajes' que necesita el Barça. El Huesca ya sí presionaba y el Barcelona, sin encontrarle los espacios al colista, por lo menos tampoco sufría.

La victoria permite al Barcelona empezar con buen pie el año 2021 y