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En torno a las 19:00 horas, la Cultural y Deportiva Leonesa publicaba su alineación para medirse al Almería en la Copa del Rey. La gran sorpresa, y la imagen con la que ilustraban el once era Santi Samanes.
El navarro, que se había lesionado el pasado 9 de diciembre en Balaídos ante el Celta Fortuna, ha tenido un largo camino, con complicaciones, incluso, en el postoperatorio, que han demorado su regreso.
Pero con calma, mucho trabajo y fuerza mental, Samanes ha vuelto. Desde hace un mes, en el derbi ante la Deportiva, el de Berriozar ya tenía el alta deportiva y estaba convocado. Pero Llona no había visto aún el momento oportuno para su 'redebut'. Ante el Almería, y en consenso con Samanes, consideró que había llegado la hora.
Tirado en el costado izquierdo, Samanes fue el de siempre. Quizá le faltaba una pizca de explosividad, un pequeño punto de ritmo. Pero batalló cada balón, tuvo atrevimiento para intentar irse de su par una y otra vez e, incluso, estuvo cerca de dar una asistencia con un chut de Bicho que se fue al poste.
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La ovación que la grada le dio, tanto en el anuncio de la alineación como cuando fue sustituido, al descanso, denotaron las ganas que había de ver de nuevo a Samanes en el Reino de León. Y lo querido que es el navarro en la parroquia leonesa.
El jugador declaró que se vio «con confianza» y en un nivel físico mejor del esperado aunque «aún me queda para ponerme al ritmo de mis compañeros». Llona, por su parte, mostró su felicidad por ver de nuevo al navarro en el campo y ver que «es una opción»: «Lo necesitábamos», añadía. Pero Samanes, ambicioso, trabajará duro, «también en el parón de Navidad» para lograr su objetivo: «Volveré al nivel al que estaba».
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