Un penalti condena a la Cultural

Dos equipos que apuestan por el balón y por el gol se medían en Zorrilla. El inicio no podía ser de otra manera: ambos contrincantes pugnaron en el medio del campo por tener el control del choque, por dominar y por imponer su estilo.

Poco a poco, la blanza se comenzó a inclinar de lado vallisoletano, si bien es cierto que la más clara fue para Rodri con un remate de primeras tras un centro raso de Emi Buendía que atrapó Masip.

Este aviso culturalista no amilanó a los blanquivioletas, que se adelantaron en el tramo inicial. Tras una combinación en la frontal del área, el balón acabó en los pies de Hervías que, tras encarar a Ángel, puso su disparo en la escuadra, inalcanzable para Palatsí.

El conjunto de Luis César Sampedro se había adelantado y había dejado tocada a una Cultural que quería responder, pero no sabía cómo. Los locales tuvieron el segundo con una jugada por la banda izquierda que acabó con un centro al punto de penalti donde Anuar, solo, controló y disparó, pero la espectacular reacción de Palatsí evitó el segundo gol vallisoletano.

El choque entró en un pequeño tramo de descontrol, como muchos espacios en ambas defensas. En cada ataque de cualquiera de los dos equipos, el peligro era palpable. Mario Ortiz, con un disparo desde la frontal para finalizar una contra, pudo empatar el choque, pero acto seguido llegó el segundo tanto del Real Valladolid.

Hervías dejó atrás por la banda a Ángel cuando se rozaba la media hora de juego para poner un centro al primer palo donde el máximo goleador de la Liga 1|2|3, Mata, se adelantó a Zuiverloon para poner el 2-0 con un testarazo cruzado.

La Cultural, experta en reaccionar e ignorante en el arte de la rendición, no bajó los brazos. Apenas cuatro minutos después, Mario Ortiz filtró un gran pase para Rodri que, ganó la posición a Deivid y, con una vaselina, superó a Masip para poner el 2-1. De esta manera, el delantero sevillano, que hace tres temporadas defendió la camiseta blanquivioleta, puso fin a la racha de 304 minutos sin recibir un tanto de los de Sampedro.

Los de Rubén de la Barrera se animaron y se lanzaron a por el empate. Empujados por los casi 2.000 aficionados que habían viajado desde León, comenzaron a volcar el campo y a rondar el gol, especialmente a balón parado con un hiperactivo Emi Buendía.

Esta reacción acabaría con premio antes del descanso. En una jugada conducida por Señé, el catalán cedió al costado para Buendía, que puso un gran centro raso para Samu. El conquense remató de primeras y, tras tocar en Calero, el balón rebaso a un ya vencido Masip para poner el empate en el marcador segundos antes de que el árbitro decretara el camino a los vestuarios.

Tras el paso por vestuarios, la Cultural salió mucho mejor, animada por el final de la primera mitad. Dominadora y amenzante en ataque, tuvo el timón del partido en los primeros cinco minutos de la reanudación. El Valladolid seguía grogui tras el golpe que les había 'dado' Samu, pero reaccionó e igualó el partido.

El choque entró en una fase en la que ninguno de los dos equipos se decidía a irse a por el partido. Había llegadas, pero apenas tenían peligro. Pero lo cierto es que la sensación de que los blanquivioletas comenzaban a llevar el partido a su terreno se acrecentaba cada minuto que pasaba.

Y así fue, porque las ocasiones vallisoletanas comenzaban a multiplicarse a ser cada vez más peligrosas. La más clara la tuvo Luismi. El mediocentro recogió un rechace en el corazón del área y remató a bocajarro, pero un sensacional Palatsí tapó portería y mandó el balón a córner.

Esta sensación de peligro fue aumentando, más aún con la entrada de Ontiveros y Toni, que fue aplaudido por la afición culturalista. El primero de ellos, que debutaba con la camiseta blanquivioleta, fue protagonista en la jugada del gol, poniendo un centro para Mata, que recibió penalti de David García. El delantero, desde los once metros, puso el 3-2.

No quedaban más cartas que jugar que las ofensivas. Rubén de la Barrera dio entrada a Guarrotxena en lugar de Gianni. Solo quedaba arriesgar e irse arriba en buscar de un gol que diera un punto a los leoneses.

Pero apenas se jugó en estos últimos minutos. Mata tuvo el 4-2 en sus botas, pero otra sensacional intervención de Palatsí evitó este tanto. Buendía también pudo empatar en una jugada embarullada, pero lo cierto es que el Valladolid se propuso matar el partido y lo consiguió. Los puntos se quedaron en Zorrilla en un partido que pudo caer de cualquier lado.