La estrepitosa caída de la Cultural en la segunda vuelta mancha el Centenario

Pero entonces llegó el inicio de la segunda vuelta. Los leoneses viajaron a Ceuta para enfrentarse al colista de la categoría y el equipo con peor puntaje de toda la Primera RFEF: la AD Ceuta. Los ceutíes venían de encajar cinco goles ante el Barcelona 72 horas antes en Copa del Rey, pero eso no fue óbice para que estos pasaran por encima de los de Docampo en intensidad y garra. Aquel partido lo perdió el equipo leonés (2-1) y, a partir de ahí, llego la debacle.

En esta segunda vuelta el equipo del León rampante solo ha sumado nueve puntos de un total de 39. El pobre balance de este periplo es de 1 victoria, 6 empates y 5 derrotas. Asimismo, durante estas 13 jornadas se han anotado seis goles (0,46 por partido) y se han encajado 14 (1,08 por partido). El equipo encadenó ocho jornadas consecutivas sin ganar, seis de ellas sin anotar un solo gol.

El equipo, que cerró la primera parte de la liga a diez puntos del descenso, ahora se encuentra a solo cinco y el Reino de León, que había sido un fortín hasta febrero, comenzó a ser un lugar de penitencia para los locales, con las derrotas de Algeciras (0-1), Alcorcón (0-2) y Linares Deportivo (0-2).

La afición no acaba de aceptar que el equipo se haya caído de una forma tan estrepitosa y el Reino de León está mutando en territorio comanche para hombres de Docampo. Al sonado enfrentamiento entre Blesa y la hinchada culturalista el pasado 2 de abril en la derrota del Linares, se sumaron pitos a los jugadores y gritos de «¡Llamazares, dimisión!» que ponen el foco en la directiva. Si bien es cierto que estas proclamas suelen ser habituales en el Reino, los malos resultados han avivado el sentimiento de animadversión que profesa una parte de la afición hacia el director general de la Cultural y el resto de la propiedad.

Tampoco se ha librado Eduardo Docampo del juicio de la afición. Este pasado domingo, el estadio mostró su descontento con el primer cambio del entrenador vasco, el cual optó por retirar del campo a Roberto Alarcón (extremo) y dar entrada a Muguruza (extremo). El preparador culturalista pidió en rueda de prensa «dejar de hablar de la afición», de la cual dijo «que siempre tiene razón».

Y todo en el año del Centenario, un curso del que se esperaban grandes cosas y en el que el objetivo señalado por afición y directiva convergía: jugar playoff de ascenso. Tampoco ha sido posible pelear por los siete primeros puestos, presa menor que daría acceso a la Copa del Rey 2023/2024. Bajando al mundo real, la Cultural está para pelear la permanencia y gracias.