Un doblete de Álvaro Bustos finiquita a una Cultural sin ideas en ataque

El partido comenzó con un ritmo endiablado desde el minuto 1. Ambos equipos apostaron por una propuesta ofensiva muy clara y vistosa. En los primeros compases del juego, la Cultural se hizo con el balón y la pelota fluía con rapidez, pero no acababa de llegar al área del conjunto madrileño. Las tornas cambiaron rápidamente y a partir del minuto 10 fue la escuadra local la que acumuló la mayoría de las ocasiones.

La primera parada de Salvi llego en el minuto 9, sería necesaria su intervención hasta en tres ocasiones más en lo siguientes minutos. Tuvo el 1-0 Borrego tras recibir un pase filtrado que le dejó via libre hacia la portería de Salvi, erraría el disparo, que se fue rozando el palo izquierdo cuando corría el minuto 23 de la primera parte. Se estaba salvando la formación de Docampo, que si bien no estaba cuajando un mal encuentro, no estaba pudiendo frenar el flujo de ocasiones creadas por los madrileños.

El partido iba por tramos. Cuando peor parecía estar la Cultural, recuperó el balón y comenzó a marcar un ritmo más bajo con pases recurrentes entre centrales. En una de esas, Tarsi Aguado logró llevarse dos balones yendo al suelo con pundonor, se plantó en el pico derecha del área del Alcorcón, cedió a Caludio Medina, y este utilizó su cuerpo para girar sobre sí mismo y sacar un buen disparo que obligó al guardameta visitante a hacer su primera parada del partido.

Curiosamente, cuando mejor parecía estar la formación de Docampo llegó el gol rival. Álvaro Bustos, que ya había conseguido superar a sus pares en defensa en más de una ocasión, recogió un balón suelto en el punto de penalti y batió a Salvi con un disparo raso pegado al palo izquierdo. Pudieron hacer algo más los centrales culturalistas, pero lo cierto es que fue más mala suerte que falta de atención defensiva.

Los minutos posteriores al gol del Alcorcón la Cultural se encontraba un poco desorientada por el campo y por poco no encajó el segundo tras un remate espectacular de tijereta, una vez más obra de Álvaro Bustos, que se estrelló contra el travesaño. Sin embargo, el Alcorcón no apretó más, permitiendo al conjunto de León rehacerse y finalizar la primera mitad sumando jugadas en ataque. No obstante, la inspiración se le agotaba a los visitantes al llegar a la zona de tres cuartos, abusando en exceso de los centros al área. Fueron unos primeros 45 minutos vibrantes que acabaron con un resultado justo a tenor del despliegue de uno y otro ataque.

Empezó la segunda mitad con la ocasión más clara que había tenido la Cultural en todo el partido. A los dos minutos de la reanudación Tarsi recibió un balón en el punto de penalti libre de marca e, incomprensiblemente, remató de la peor manera posible y mandó a la grada el balón.

La escuadra leonesa presentó una presión alta desde el principio de esta segunda parte, mientras que el Alcorcón se decantó por un equipo replegado, con líneas juntas y sin arriesgar demasiado en fase ofensiva.

La Cultural seguía sin crear peligro, algo que ante un equipo con la calidad del Alcorcón se paga caro. Y así fue. En una jugada en el minuto 59 un balón llegó el 2-0 del conjunto madrileño, de nuevo obra de Álvaro Bustos, sin duda el hombre del encuentro. El extremo gijonés recibió en izquierda, recortó a Muguruza por enésima vez y sacó un zapatazo impresionante ante el que Salvi solo pudo hacer la palomita para la foto. 2-0 y sensación de que ambos equipos están a años luz en lo que a calidad de plantilla se refiere.

Las sustituciones de Docampo, que dio entada a Querol, Muñoz, Blesa y Pérez, no cambiaron la tónica del encuentro. De hecho, la Cultu fue a peor y, por momentos, pareció que jugaban con uno menos toda vez que el único equipo que creaba peligro y dominaba el esférico era el Alcorcón. Las mejores ocasiones entre el 60 y el 90 fueron de los madrileños. Una vez más, Salvi fue crucial para evitar que el marcador fuera más abultado. Por el contrario, el portero local no registró ni una sola parada en la segunda mitad. Un partido que es un choque de realidad, puesto que demuestra que la Cultural está lejos de poder competir de igual a igual con las principales plantillas de la categoría.