La defensa como origen del éxito

Un gol para la Cultural tiene una importancia vital, por dos motivos. El primero son las evidentes dificultades para ver portería de los de Raúl Llona, que generan ocasiones, pero sufren para materializarlas. Es, quizá, el único debe del equipo.

Pero el origen de esta racha está atrás, en los cimientos, en una defensa sin fisuras donde sólo rota en lateral izquierdo en función de lo que busque Llona con su archiconocido 'plan de partido'.

Y, un día más, volvió a demostrarlo. Rodri, Fornos, Víctor García - asentadísimo en el once -, Jaume Pol y Bañuz cerraron la 'trapa' de la Cultural ante un Cornellá que apenas dispuso de una ocasión en el tramo final de partido. Con Kevin Presa 'haciendo de' Barri y múltiples ayudas de extremos, interiores y del delantero, Escudero, que aún no ha marcado pero completa un trabajo impagable en la presión, la Cultural sumó una portería a cero más. Y ya van siete.

Ahí reside la fortaleza de los leoneses que, tras once jornadas disputadas, sólo han encajado cinco goles: uno de Unionistas, dos de Osasuna B, uno del Rayo Majadahonda y uno de la Deportiva.

Son cifras meteóricas que convierten a la leonesa en la segunda mejor defensa de la categoría, solo superada por los cuatro goles recibidos por la Real Sociedad B - a expensas de jugar este domingo - e igualada con la del Málaga - también con su jornada pendiente -.

Este dato cobra mayor relevancia contrastándolo con el histórico culturalista, especialmente de los últimos años. La temporada pasada, el equipo había encajado en la jornada 11 el triple de goles (15) y hace dos cursos todavía más, 18.

Para encontrar una temporada similar en cuanto a cifras defensivas, hay que remontarse a la temporada 2016/17, con Rubén de la Barrera en el banquillo, cuando la Cultural sumaba siete tantos en contra. Con la misma cifra de goles recibidos, cinco, llegó a esta undécima jornada el equipo leonés en la campaña 2008/09, con Álvaro Cervera en el banquillo. Aquel equipo sumaba una portería a cero más (8) y acabó disputando un playoff de ascenso en el que el Sabadell fue verdugo de los culturalistas.