Curro Torres se topa con el mal endémico de la Cultural

Un día más, el desastre defensivo fue el gran tiro en el pie que se dio la Cultural. De nuevo, los leoneses encajaron tres goles, una cifra muy alta que eleva el número de tantos encajados este curso a 27 en 17 encuentros, una cantidad tremendamente alta.

El Deportivo supo aprovechar la fragilidad en defensa de los leoneses, atacando de forma constante la banda derecha donde Riki Mangana, pese a firmar una actuación aceptable, se vio desbordado por los constantes intentos de William, apoyado y doblado por Héctor Hernández, protagonista en los tres goles deportivistas.

Una vez que el balón llegaba a ese costado, Héctor desbordaba o centraba, generando innumerables problemas en el eje de la defensa, donde los rechaces siempre caían en pies gallegos o donde los blanquiazules lograban rematar.

Los tres goles siguen el mismo patrón: internada o centro de Héctor Hernández que, en el primero y en el tercer gol, tras uno o varios rechaces, acaban en gol o, en el segundo, finaliza con un centro al segundo palo donde Quiles, ante un Galas y un Empis que esperan el balón y no lo atacan, se adelanta para marcar.

Ha sido el mal de la Cultural esta temporada y se ha vuelto a reproducir en un cierre de año que deja un sabor mucho más agrio que dulce al culturalismo. Pese a jugar ante el líder y marcarle dos goles a un equipo que, en las 16 jornadas previas, sólo había encajado siete, la sensación es que la defensa vuelve a costar puntos a los leoneses. Curro Torres ya sabe dónde está el principal punto de fuga de su equipo y tendrá varias semanas para trabajar en ello.