Una desastrosa defensa apaga la estrella de Aarón

Los primeros minutos del partido fueron, en parte, esperanzadores, con una Cultural que no se arrugó ante la entidad del club que tenía enfrente - arropado por unos 1.200 aficionados - y se atrevió a plantar batalla por el control del partido, con la apuesta de Curro Torres por Percan como delantero acompañando a Ander Vitoria.

Poco a poco, el Deportivo fue creciendo, tomando el pulso al Reino de León y, ante todo, mostrando su fiabilidad defensiva, esa que le ha aupado al primer puesto, impidiendo que la Cultural generase algo de peligro pese a un Aarón hiperactivo, moviéndose por todo el frente de ataque en busca de descolocar a la zaga gallega.

La Cultural combinaba el juego en corto con los balones largos y profundos en busca de llegar al área rival, pero lo cierto es que la inercia del choque invitaba a pensar que el Deportivo iba a ser más dominador, controlador y dueño del partido.

El punto de inflexión, a favor de los visitantes, llegó con una doble ocasión de Miku, en la que, en primera instancia, Sotres reaccionó a tiempo a una mala decisión a la hora de perfilarse para detener el primer chut del delantero de los gallegos para, acto seguido, ganar la partida también en la segunda jugada.

La actividad ofensiva coruñesa iba creciendo. Con el paso de los minutos, Héctor Hernández y William iban generando más y más jugadas de peligro, entendiéndose y encontrando la fuga de agua de la defensa leonesa que ya todo el mundo conoce: la banda derecha.

El brasileño fue el mejor del Deportivo, entrando una y otra vez por ese costado, encarando y ganando muchas acciones, tanto para él como para Héctor Hernández. En una de ellas, el lateral ganó línea de fondo y chutó, sin ángulo, balón que Sotres repelió al centro del área donde Miku, muy atento ante la pasividad de la zaga leonesa, ganó el duelo para marcar a puerta vacía.

Era un momento para reaccionar, pero la Cultural no encontraba la manera. Una de las vías era buscar balones al espacio, con Percan y Aarón lanzando constantemente desmarques que no llegaba a buen puerto puesto que los envíos no eran del todo correctos.

Pero Aarón, que siempre tiene estrella, la volvió a mostrar. En una jugada, aparentemente, sin mayor peligro, el leonés recibió el balón en banda, encaró y se fue hacia dentro para soltar un tremendo misil que, tras bajar a una velocidad vertiginosa y tocar el larguero, se convirtió en el 1-1.

Pero las alegrías en la Cultural, últimamente, son efímeras. Tres minutos después, el Deportivo se volvió a adelantar con otra jugada que nació de la sociedad William-Héctor en la que el lateral envió un centro que Quiles, llegando desde atrás, se adelantó a Empis y Galas para poner el 1-2 con el que se llegó al descanso. La defensa seguía lastrando a una Cultural, o más bien Aarón, que mostró pegada, pero que se encontró con su mal endémico de esta temporada.

La reanudación del partido no trajo consigo una gran reacción culturalista ante un Deportivo que no cedía el mando del partido en favor de los de Curro Torres. Eran minutos de equilibrio con, quizá, más control de los coruñeses, que quería dejar cerrado el marcador.

La Cultural se tenía que agarrar, en estos minutos, a dos clavos: el corazón y las jugadas aisladas. En una de ellas, un córner, Percan tuvo la mejor oportunidad de estos primeros compases de la segunda mitad con un cabezazo forzado que se fue alto.

Creció algo más la Cultural en estos minutos a base de coraje y corazón más que con argumentos futbolísticos. Varios saques de esquina seguidos y una serie de centros al área que no encontraron rematador generaron un clima de que los de Curro Torres podían empatar, como era obvio.

Era Aarón, una tarde más, el gran argumento ofensivo de la Cultural, buscando encarar y sacar centros constantemente desde el costado derecho de los leoneses. Fue el extremo quien logró enviar un balón al área que Ander Vitoria, prácticamente en el primer pase que recibía en el área, envió fuera.

Era el gran peligro, lo había demostrado, y lo iba a volver a hacer. Aarón encaró, se fue de su par, le salió otro rival y sacó un gran disparo cruzado, imposible para Mackay, y que sirvió para empatar el partido y abrir un nuevo escenario en este encuentro.

Fueron buenos minutos de la Cultural tras el gol, en los que el tanto hizo que el orgullo de los hombres de Curro Torres saliera todavía más a relucir y buscaran con más ahínco ese tercer tanto ante un Deportivo que buscaba reponerse al mazazo del empate.

Fue superior el conjunto leonés en estos últimos minutos, llegando más y mejor, jugando con una clara mejoría respecto al primer tiempo y con un Álvaro Juan recién entrado en el campo que dio más aire a las entradas por los costados. Ander Vitoria, con un disparo que se fue alto, lo probó.

Pero el drama defensivo se tradujo en otro gol, en el de la derrota. Cuando la Cultural parecía hacer más méritos para llevarse la victoria, llegó el golpe definitivo en otro desastre general a nivel defensivo.

De nuevo, el Deportivo rompió por la banda derecha culturalista y, tras un primer disparo que parecía irse fuera, Doncel la volvió a meter al área y, tras varios rechaces en los que la defensa leonesa estuvo lejos de estar a la altura de la jugada, Miku puso el 2-3.