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Muchos dejaron la sobremesa de un día tan especial como el Día de la Madre a la mitad. El motivo era ver a la Cultural y Deportiva Leonesa en una de las últimas citas de la temporada en casa. Y el deseo era ver un ... buen partido y una victoria de los leoneses ante el Zamora.
Quien tomó esta decisión, salió contrariado del Reino de León. Porque ni la Cultural ganó ni presenció un partido para la historia. En un choque anodino, plomizo, carente de ritmo y con la sensación de que, incluso, de intención, no hubo goles ni apenas ocasiones, hasta el tramo final.
Cultural
Sotres; Álvaro Juan (Mangana, min. 77), Fran Cruz, Jon Ander, Castañeda (David López, min. 88); Escobar, Angong, Sierra (Jony Álamo, min. 64), Solís; Aarón (Ketu, min. 64), Obolskii
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Zamora CF
Pau Torres; Jordan, Cordero, Garay, Rojo; Carlos Ramos, Dani Hernández, Jorge Fernández (Javi Navas, min. 74); Baselga (Kepa, min. 88), Yanis (Juanan, min. 58), Dongou (Adri Herrera, min. 74)
Árbitro Fuente Martín (Colegio Cántabro). Mostró amarilla a Sierra, Obolskii y Álvaro Juan por parte de la Cultural y a Pau Torres por parte del Zamora.
Incidencias Reino de León. 2.990 espectadores. 34ª jornada del grupo 1 de Primera RFEF. El saque de honor fue realizado por María Pérez, abonada más antigua de la Cultural, y recibió una placa en homenaje y reconocimiento a todas las madres.
El partido, que arrancó con un emotivo homenaje a las madres con todos los jugadores de la Cultural portando una flor en la foto inicial, se inició con un conjunto leonés ambicioso y ofensivo, al menos en el posicionamiento sobre el césped.
Con las líneas adelantadas y una presión intensa, la Cultural trató de maniatar la salida de balón de los rojiblancos, una de sus señas de identidad. El plan tuvo efecto en los primeros minutos, en los que los de Yago Iglesias apenas superaron la medular, con los de Curro Torres recuperando rápido y cerca del área.
Reacciones
Aarón, Solís y Angong, especialmente, parecían tener un punto más de actividad en estos minutos donde el peligro para los leoneses era que el Zamora lograse superar esa primera línea presionante y encontrara espacios. Cuando lo hizo, Yanis centró para Dongou, pero el remate del camerunés fue bloqueado por Jon Ander.
Esos buenos primeros minutos de la Cultural se tradujeron en acercamientos de peligro, pero no en ocasiones. Y es que los leoneses padecieron el que había sido y estaba siendo el gran problema del Zamora: no llegar a finalizar las jugadas.
El período de dominio culturalista pasó a unos minutos de mayor equilibrio, con el Zamora logrando tener más minutos de posesión de balón y, por tanto, estando más cómodos. Los rojiblancos llegaban en el ecuador del primer acto más al área culturalista si bien es cierto que estaban siendo más verticales que en los primeros compases de juego.
Pero la sensación es que había un acuerdo de 'alto al fuego' entre ambos equipos. Los porteros apenas intervinieron, los ataques llegaban pero no finalizaban y las ocasiones eran un bien exótico, casi imposible de ver en una primera parte que pasó del ritmo de los primeros minutos a un tramo final más anodino.
Firma su debut en edad juvenil. Apenas disputó seis minutos pero dio más movimiento y ganas a una Cultural apática durante todo el encuentro.
Sólo por ímeptu y ambición, merece ser destacado. El talaverano está sacando su mejor versión como lateral, solventando bien su trabajo defensivo y ofreciéndose una y otra vez en ataque. Fue de lo más peligroso de la Cultural.
Plomizo, anodino, bajo... cualquiera de estos adjetivos se acopla a lo vivido en el Reino de León. Circulaciones lentas, carencia de movimientos y desmarques y, por tanto, aburrimiento. Partido difícil de digerir.
Sólo algún contragolpe para el Zamora y el balón parado leonés, ese gran filón de puntos y goles de la Cultural, generaron cierta inquietud en un choque que se fue adormeciendo con el paso de los minutos... y adormeciendo a la grada. Sin ocasiones y sin goles, el encuentro esperaba que alguien le espabilara tras el descanso.
El paso por vestuarios no sirvió para dotar de dinamismo al partido. El choque siguió siendo plomizo, pesado, sin muchos acercamientos y con poco ritmo, con circulaciones lentas y pocos desmarques. Es decir, un mal regalo para el Día de la Madre, un difícil 'postre' para la sobremesa.
Para 'despertar' al respetable, Solís dispuso de la que era, hasta ese momento, la mejor ocasión del choque con un balón disputado en el área que el sevillano ganó y chutó, topándose con las manos de Pau Torres. En el córner, Fran Cruz remató picado y el esférico se marchó cerca del palo.
A la par, el Zamora demostraba tener armamento, pero no munición. Y es que los rojiblancos llegaban y profundizaban por bandas, pero el último pase, la última decisión solía echar abajo todo el trabajo previo.
Pasaban los minutos y no sucedía nada en un Reino de León que pedía más a su equipo, que reclamaba algo que llevarse a la boca, una jugada con la que sentir que había opciones de gol, con la que llevarse las manos a la cabeza. Porque ni las ocasiones hacían acto de presencia ni tampoco los demarques y la velocidad de movimiento, lo que impedía que se pudiera degustar un partido apetecible.
Si alguien mostraba ambición, era el Zamora. A los de Iglesias les faltaba 'colmillo' para traducir esa intención en gol. En el caso de la Cultural, sin embargo, la situación era al contrario: había colmillo pero faltaba intención.
Este último punto se demostraba cuando la Cultural, a balón parado, sí lograba generar peligro. Obolskii remató al poste un envío de Solís que, sin embargo, había quedado anulado por fuera de juego.
Lo más destacado de tramo final de partido fue el debut del juvenil David López y la gran ocasión del Zamora, por medio del recién entrado Kepa, en la que Sotres se hizo inmenso para evitar la debacle culturalista.
La chispa y la ilusión del canterano se notó y tuvo la mejor ocasión para los leoneses con un buen remate que Pau Torres envió a córner. Fueron minutos de locura, como si ambos equipos fuesen malos estudiantes y dejasen los deberes, ganar, para el último momento. Ambos se acordaron de tener que marcar en este tramo final, con alternativas, espacios y ese movimiento que quería la grada.
Y, como malos estudiantes, no llegaron a tiempo para entregar la tarea. Pese a ese arreón final, el partido quedó sin goles, con reparto de puntos y con una tímida pitada en el Reino de León para despedir a un equipo que no acaba de entregar una última sonrisa a su gente en una temporada donde ni el más bondadoso de los profesores pasaría del '5' en la nota.
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